RETIRO ESPIRITUAL A LOS ADORADORES NOCTURNOS DE PLASENCIA CASA DIOCESANA DE EJERCICIOS. 7 DE MARZO 1998

RETIRO ESPIRITUAL A LOS ADORADORES NOCTURNOS DE PLASENCIA

CASA DIOCESANA DE EJERCICIOS. 7 DE MARZO 1998

PROGRAMA:

DIRIGE: DON GONZALO APARICIO SÁNCHEZ. PÁRROCO DE SAN PEDRO

10,OO: LAUDES semitonados en el Salòn:(se llevaron copiados los   salmos) INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO recitada por todos:”VEN ESPÍRITU SANTO, LLENA LOS CORAZONES DE TUS FIELES...

10,15: Meditación Eucarística: Teología y Espiritualidad de la      Eucaristía como sacrificio.

11,00: Tiempo de silencio: oración personal.

11,30: Descanso.

12,00: Meditación Eucarística: Teología y espiritualidad del domingo: el adorador nocturno y la parroquia.

12,45: Reflexión de los temas por grupos: doy las preguntas.

13,30: Puesta en común.

14,30; Almuerzo.

16,15: Vísperas semitonadas,(copiados los salmos) Eucaristía.   Exposición del Santísimo. Oración Eucarística en silencio.

17,00: Breve reflexión: la Eucaristía como presencia.

17,25: Bendición y Reserva.

(VSTEV)PRIMERA MEDITACION: TEOLOGIA DE LA EUCARISTIA COMO MEMORIAL DEL SACRIFICIO DEL SEÑOR: SANTA MISA.

QUERIDOS ADORADORES NOCTURNOS: Este retiro está dedicado a reflexionar y meditar sobre la Eucaristía. Hay tanta ignorancia sobre estos aspectos tan importantes del misterio central de nuestra fe, que me voy a inclinar al aspecto teológico y doctrinal, ya que lo que no se conoce no se ama. Y un poco de esto pasa con la santa misa. No se conoce, no se ama, no se puede vivir.

La Eucaristía puede ser considerada como sacrifico, como comunión o comida y como presencia. Todos estos aspectos deben ser entendidos para ser amados y vividos por todo cristiano pero especialmente por los adoradores nocturnos que viven plenamente de su espiritualidad.

Siempre que hablamos de Eucaristía hablamos de Jesucristo presente. Pero "Cristo Jesús, que murió, resucitó que está sentado a la derecha de Dios e intercede por nosotros"(Rom.8,34) está presente de múltiples maneras en su Iglesia. Dice la L.G., la Cons. Dog. sobre la Iglesia del Vaticano II: " ... está presente en su Palabra, en la oración de su Iglesia:"allí donde dos o tres están reunidos en mi nombre"(Mt. 18,20), en los pobres, en los enfermos, los presos(Mt.25, 31-46) en los sacramentos de los que El es autor, en el sacrificio de la misa y en la persona del ministro. Pero  dice este mismo Concilio en la Sacro.Concilium.(Decreto sobre Liturgia)"sobre todo está presente, bajo las especies eucarísticas." Porque eleva a la Eucaristía por encima de todos los sacramento y hace de ella, según Santo Tomás de Aquino: como la perfecciòn de la vida espiritual y el fín al que tienden todos los sacramentos". (S.T. 3,73,3)

Pues bien, de esta presencia, de lo que significa la consagración del pan y del vino, de esa teología y espiritualidad quiero yo hablaros esta mañana sintéticamente. Primero, un poco de teología, de dogma, de catecismo, de contenido doctrinal, luego diremos algo de su contenido espiritual, de vivencia y espiritualidad de la santa misa.

Dice el Concilio de Trento, que no ha sido superado en esta materia: "En el Santísimo Sacramento de la Eucaristía están contenidos verdadera, real y substancialmente el Cuerpo y la Sangre junto con el alma y la divinidad de nuestro Señor Jesucristo, y, por consiguiente, Cristo entero." (D.S. 1651)

(Mirificum F.39) "Esta presencia se denomina "real" no a titulo exclusivo, como si las otras no fueran reales, sino por excelencia, porque es substancia, y por ella, Cristo, Dios y hombre, se hacen totalmente presente".

Sigo con el Concilio de Trento: " La presencia eucarística de Cristo comienza en el momento de la Consagración y dura todo el tiempo que subsistan las especies eucarísticas. Cristo está todo entero presente en cada una de las especies del pan y del vino y todo entero en cada una de sus parte, de modo que la fracción del pan no divide a Cristo.(D.S.1641) Conviene hacer notar que Cristo se hace presente porque ofrece la eucaristía al Padre y a los hombres; en su intención lo primero es hacer presente ante el Padre y los hombres todos los dones y gracias que nos vinieron con su pasión, muerte y resurrección y luego todo esto lo adoramos, los oramos y los comemos en los ratos de adoración nocturna. Por eso, los antiguos adoradores recordarán que no se hace la Adoración Nocturna como hace años, donde reunidos todos directamente se exponía el Señor y luego, al final de los turnos, se tenía la santa misa y se marchaban a casa. Ahora está perfecta: se empieza por la misa que hace presente al Señor, le comulgamos y luego continuamos la Acción de Gracias con la Adoración. La presencia siempre tiene que decir relación al sacrificio. Del sacrificio viene la presencia, el sagrario y el sagrario siempre nos está hablando y alimentando de la misa.

"La Iglesia Católica ha dado y continúa dando este culto de

adoración que se debe al sacramento de la Eucaristía no solamente durante la misa, sino también fuera de la celebración: conservando con el mayor cuidado las hostias consagradas, presentándolas a los fieles para que las veneren con solemnidad, llevándolas en procesión:" (M.F. 56)

Es grandemente admirable que Cristo haya querido hacerse presente en su Iglesia de esta manera singular. Puesto que Cristo iba a dejar a los suyos bajo su forma visible, quiso darnos su presencia sacramental, su presencia bajo el pan que se convierte así en realidad sagrada, en sacramento de Cristo; puesto que iba a ofrecerse en la cruz por nuestra salvación, quiso que tuviéramos el memorial de toda su vida, que fué pasión por el Padre y los hombres,el memorial de su amor "hasta el fín" (Jn.13,1) hasta el fín de su vida, de sus fuerzas, de su vida. En efecto, con su presencia eucarística permanece mistericamente en medio de nosotros, más allá del tiempo y del espacio, como cuña de eternidad en el tiempo, en una actitud permanentey eternizada de entrega por nosotros,  bajo unos signos que expresan y comunican su amor.

Esta presencia de Cristo en el sacramento no se conoce bien, dice Santo Tomas de Aquino, por los sentidos, sino solo por la fe, la cual se apoya en la autoridad de Dios. "No te preguntes si esto es verdad, sino acoge más bien con fe las palabras del Señor, porque El que es la Verdad, no miente(M.F.18) El lo expresó admirablemente en este himno eucarístico que compuso para la fiesta del Corpus Cristi y que todos hemos cantado hasta en latìn: "Adorote devote, latens Deitas...." Te adoro devotamente, oculta Deidad, que bajo estas sagradas especies te ocultas verdaderamente: a Tí mi corazòn verdaderamente se somete, pues al contemplarte, se siente desfallecer por completo. La vista, el tacto, el gusto, aquí se engañan, sólo el oído(que escucha   la revelación del misterio) llega a tener fe segura: Creo todo lo que ha dicho el Hijo de Dios, nada más verdadero que esta palabra de Verdad."

Todo esto vale para la Eucaristía como misa, como comunión y como presencia. Sin fe, no se toca ni se vive. Los sentidos del hombre sólo ven pan y vino, la fe nos dice lo que hay dentro: Cristo glorioso y resucitaado.

 

La misa, en el momento de la Consagraciòn, pone presente a Cristo, todo su misterio, toda su biografía, todo lo que fue y es eternamente .. de una forma metahistoria, más allá del tiempo y del espacio... Por eso, no es simple memoria, recuerdo sino memorial. El memorial supera a la memoria... (el ejemplo de mi cumpleaños) El cielo es eternidad, la eternidad no es tiempo, Cristo ya está en eternidad no en sucesión minutos y horas..... Una obra de teatro decimos que se representa, es la misma pero distinta por los días, realidades y circunstancias distintas.... Aquí, por la consagración, se hace presente la misma misa eternizada, el Cristo Celeste, que está intercediento siempre por nosotros ante el Padre con su vida, pasión muerte y resurrecciòn y lo hacemos presente. Siempre el mismo, y lo mismo. Por eso,  la misa siempre es la misma, la diga el Papa, el obispo, sacerdote, en gracia o en pecado, en la parroquia o en el Vaticano...Es como si con unas tijeras divinas, se cortase toda la vida de Cristo, especialmente su pasión, muerte y resurrección y cada vez que Cristo consagra el pan y el vino por medio del sacerdote, El lo hace presente, la misma cena, la misma pasión, la misma muerte y resurrección, no otra, la misma porque no hay otra. Y como toda la vida de Cristo fue ofrenda al Padre por nuestra Salvación, se pone presente todo su misterio, toda su biografía, desde el nacimiento hasta que subió a los cielos, pues toda su vida la ofreció por nosotros, pero como se trata de interceder brillan más y el Padre se fija màs en su pasiòn muerte y resurrecciòn y por eso decimos que la santa misa es el sacrificio de Cristo, el memorial de su Pasiòn y Muerte, el santo sacrificio....pero es toda la vida, desde que en el seno del Padre dijo: Padre, no quieres ofrendas y sacrificios, aquí estoy yo para hacer tu voluntad...(Hbr.) hasta que nuevamente se presentó con toda su vida ante el padre para seguir intercediento por nosotros.

Por eso, como antes dije, la Eucaristía es el compendio y la suma de nuestra fe, es el compendio de toda la vida de Cristo, de todo su Palabra y gestos, desde el nacimiento hasta la Resurrección. Cuando cumplimos el mandato del Señor:"haced esto en memoria mía.." celebramos el memorial del sacrificio de Cristo, es decir, hacemos presente a Cristo ofreciéndose al Padre por nuestra salvación y como esto fué toda su vida, desde el principio, como nos dice la carta a la Hebreos: "Padre, no quieres ofrendas y sacrificios, aqui estoy para hace tu voluntad... por la consagración hacemos presente todo su misterio de salvación.

Por cierto, que la razón fundamental de la entrega de Cristo a sus discípulos en la última cena bajo las especies del pan y del vino fue para ser comido: "Tomad y Comed" "Tomad y Bebed" fueron su primeras palabras antes de consagrar... sin comunión, el sacrificio de Cristo no queda completo intencionalmente... la consagración está orientada fundamentalmente a la ofrenda al Padre y al sustento de los creyentes por la comunión, ofrenda y comunión que debe prolongarse luego en la Adoración o visita al Santísimo, al culto de su presencia en el sagrario.

Por la tanto, lo primero, en el tiempo y en el espacio, es la eucaristía como misa, como sacrificio, luego la comunión y finalmente la presencia del sagrario o exposiciòn. La eucaristía como misa, como memorial es una acciòn sagrada, esto significa la palabra liturgia, que se compone fundamentalmente de palabras, acciones y gestos que hacen presente a Cristo y todo su misterio de Salvación. Lo llamamos precisamente Eucaristía-palabra griega que significa acción de gracias- porque Cristo la instituyó para dar gracias al Padre por todos los dones de la Salvación que nos iban a venir por su muerte y resurrección y la instituyó durante la larga oración de Acción de gracias de la última Cena, que remomoraba la acción de gracias de la pascuas judía.         El carácter sacrificial de la Eucaristía se manifiesta en las mismas palabras de la institución: "Esto es mi Cuerpo que sera entregado por vosotros" y "Esta copa en la nueva Alianza en mi sangre que será derramada por vosotros." (Lc.22,19.20) En la Eucaristía Cristo entrega el mismo cuerpo que por nosotros entregó en la cruz, no tiene otro y la misma sangre que derramó por muchos para remisiòn de los pecados." (Mt.26-28)

La Eucaristía es, pues, un sacrificio porque representa(hace presente) el sacrificio de la Cruz. La riqueza inagotable de este sacramento es expresa mediante los distintos nombres que se le da. Yo voy a escoger solo los que evocan este primer aspecto de sacrificio porque lo explican y explicitan desde otros ángulos este mismo aspecto de la eucaristìa:

-MEMORIAL    de la muerte y resurrección de Cristo. Ya lo hemos explicado un poco.

-SANTO SACRIFICIO, EL SACRIFICIO DE LA MISA, porque actualiza el mismo sacrificio de la cruz, con muerte de Cristo Salvador.

-SANTA Y DIVINA LITURGIA, porque es la liturgia madre y centro de todas las acciones y gesto litúrgicos de la Iglesia, porque toda la liturgia de la Iglesia, todos sus sacramentos y  palabras salvadoras encuentran su centro y su expresión más densa en la celebración de este sacramento. En el mismo sentido se habla también de CELEBRACIÓN DE LOS SANTOS MISTERIOS.......(en el saludo inicial de la misa) 

-SANTÍSIMO SACRAMENTO, porque es el Sacramento de los Sacramentos.

-EUCARISTIA, porque es la Acción de Gracias de Cristo al Padre por todo su misterio de salvación, porque Cristo la instituyó durante la oración de acción de gracias de la última Cena.

-FRACCIÓN DEL PAN, porque se parte y se reparte el pan, porque así la instituyó Cristo, así le reconocieron ellos después de la resurrección "reconocieron al Señor al partir el pan" y porque con esta expresión los primeros cristianos reconocieron la asambleas eucarísticas.

-SANTA MISA, porque cuando se celebra en latín, las últimas palabras del sacerdote son: "ite, misa est", “idos, la eucaristía ha terminado” y ahora todo lo que aquí hemos celebrado hay qu  vivirlo en la vida ordinaria.

Y para que veáis que no es una idea personal mía, fervorosa o entusiasmante sino la doctrina y práctica de la Iglesia,  repetidas durante siglos, voy a terminar esta parte dedicada a la teologia de la santa misa con un texto antológico del Vaticano II, en la Constitución Dogmática sobre la Iglesia(L.G.47)

"Nuestro Salvador, en la última Cena, la noche que le traicionaban, instituyó el sacrificio eucarístico de su cuerpo y sangre, con el cual iba a perpetuar por los siglos, hasta su vuelta, el sacrificio de la cruz y confiar así, a su Iglesia, el memorial de su muerte y resurrección: sacramento de piedad, vínculo de caridad, banquete pascual, "en el cual se recibe como alimento a Cristo, el alma se llena de gracia y se nos da una prenda de la gloria venidera.                                                                                                                                                                                                      

ESPIRITUALIDAD DE LA SANTA MISA

1.-El Vaticano II afirma que la Eucaristìa "es cumbre y centro de toda la vida de la Iglesia" (Chr. Dominus,30) Luego toda gracia, toda vivencia, todo alimento, toda espiritualidad cristiana y todo apostolado tiene su centro y su fuente en la celebración de la santísima eucaristía. Este es el sentido también de la recomendaciòn del Señor, al instituirla: " Y cuantas veces hagáis esto, acordáos de mí.

Sí, Cristo, siempre que celebremos o participemos de la Eucaristía, queremos acordarnos de tí, de cuáles eran y son tus  actitudes y sentimientos, tu emoción, tu deseo de ofrenda y de entrega, tu amor a nosotros y a todos los hombres....

Queremos acordarnos de tus sentimientos de entrega total y sin reservas al Padre, de tu donación victimal sin límites al Padre y a los hombres; queremos acordarnos en cada eucaristía de de emoción en darte como comida y entrar en comuniòn con cada uno de nosotros hasta lo más íntimo de nuestro ser donde quieres ya y para siempre vivir íntimamente con cada uno de nosotros, cómo te temblaba el pan en la manos.... y qué indiferencia a veces en nosotros. En cada misa nos amas y nos enseñas a amar hasta el extremo a Dios y a los hermanos.... Esta es vivencia y la espiritualidad de la misa.....

"Este es mi cuerpo que se entrega por vosotros.... " En la Eucaristía lo primero que nos enseña Cristo es a amar sin límites, a destruir todas las barreras y muros, las separaciones de todo tipo, no enseña a ser pan que se da, que se reparte a todos para ser comido.... Actitud de amor, de gratuidad, de entrega, de servicio, de lavar incluso los pies de los que son cobardes y nos van a traicionar, de arrodillano gratuitamente ante los hombres, ante los pecadores y manchados.  ¿Quién puede decir que vive la santa misa, quién puede decir que tiene asimilada plenamente su espiritualidad, quienes son lo que viven de ella, los que alimentan su vida de ella, su espíritu sacerdotal o cristiano del espíritu abrasado del Señor en la misa, quienes son los que reflexionan, descubren, interiorizan y procuran adecuar sus sentimientos a los sentimientos del Señor para vivir con su mismo espíritu, en definitiva, quienes son los que celebran o participan y viven de verdad de Cristo sacerdote y víctima.....o solamente se quedan en los ritos y gestos externos y salen de la misa como han entrado?

 Todos debemos vivir de ella, es decir, alimentarnos de estos sentimientos de entrega del Señor..... Por eso San Juan, al narrarnos la última cena,  no tiene materialmente en su evangelio la institución de la Eucaristía, pero tiene el lavatorio de los pies, el mandato nuevo.... que son el espíritu y la consecuencia de la celebración de la Eucaristía y comunión en el espíritu de Cristo sacerdote y víctima, su espiritualidad, el fruto de la celebración de la Eucaristía.

Sin amor entre los comensales, no hay Eucaristía. Por eso, empezamos siempre la misa pidiéndonos perdón, gesto para muchos rutinario, pero este su sentido más pleno: pedir perdón de las faltas de amor a Dios y a los hermanos con los cuales vamos a celebrar y compartir la  Eucaristía.

La Eucaristía es Cristo amando hasta el extremo, redimiendo y perdonando a todos, entregándose por salvar al hermano... Cuando celebre o participe en la Eucaristía, puedo y debo decir: ahí está  Jesús, amándome, perdonándome, entregándose por mí y por todos. Yo debo unirme a El, identificarme con sus sentimientos, imitarle, comer esa vida, esa entrega para realizarla en vida, en mi trabajo, en mi trato con los demás. O mejor, como yo como a Cristo y El viene y está en mi, yo le presto mi cuerpo y mi humanidad, como supletoria de la suya,  porque la suya quedó destrozada y El, que viva a través de mi humanidad como si volviera a estar en el mundo corporalmente. Yo le doy mi cuerpo y se lo presto para que prolongue su palabra, su amor, su salvación; El, que ponga su espíritu, su entrega, su amor.... Es el deseo de S. Pablo: "Tened en vosotros los mismos sentimientos que Cristo Jesús....”suplo en carne lo que falta a la pasión de Cristo...”  “Estoy crucificado con Cristo, vivo yo pero no soy yo, es Cristo quien vive y mientras vivo en esta carne vivo en la fe del Hijo de Dios que me amó y se entregó po mí.”

2.- Un segundo sentimiento y vivencia de la espiritualidad de la misa, lo expresa así la L.G.,5 :" Los fieles... participando del sacrificio eucarístico, fuente y cumbre de toda la vida cristiana, ofrecen a Dios la Víctima divina y se ofrecen a sí mismos juntamente con ella."

Qué pretenden Cristo y la Iglesia cuando nos invitan a particpar en la eucaristía: que cantemos, respondamos, escuchemos..¿solo eso...?

Todo eso nos tiene que llevar a hacernos una sola ofrenda con Cristo al Padre. En el ofertorio debemos ofrecernos a ser pan y vino, a ofrecer todo lo que somos y tenemos... en la consagración quedamos consagrados, ya no nos pertenecemos, somos transformados en Cristo, como el pan y el vino,,,, y al salir debemos hacer de toda nuestra una ofrenda de alabanza, de acción de gracias, de sacrificio al Padre. Eso es la vida cristiana. Porque esa fue toda la vida de Cristo. Y eso es en definitiva el cristianismo. Hacer de toda nuestra vida una ofrenda limpia a la Santísima Trinidad; hay que quitar de nuestra vida todo lo que manche, hay que purificarse de pecados, hay que esforzarse por cumplir con los mandamientos y la voluntad del Padre. Yo no me pertenezco. Estoy ofrecido y consagrado al Padre.

"Este es mi cuerpo que se entrega...." En la última cena Cristo se ofreció y ofreció toda su vida al Padre en sacrificio redentor hasta la muerte por los hombres, la “sacramentó”, la hizo sacramento a través de unos gestos, palabras y signos sagrados....que nosotros ahora hacemos como memorial suyo y al hacerlo, quedamos victimados, si queremos, y hechos ofrenda de redención por los hermanos. Todos somos invitado a hacernos sacerdotes y victimas con El de su sacrificio y nuestro. Debemos estar dispuestos a morir a nuestro yo, nuestra soberbia, nuestras pasiones, nuestro materialismo.... Tenemos que hacernos una hostia pura con Cristo

3.- "Este es mi cuerpo que se entrega...", lo hace por obediencia a la voluntad del Padre, porque el Padre lo quiere.... “No se haga mi voluntad sino la tuya...” “mi comida es hacer la voluntad de mi Padre...”Padre si es posible..pase de mí este caliz... Cristo no quiere morir, puede salvarse el mundo de otras formas... pero no se haga mi voluntad sino la tuya. El Cuerpo se entrega y la sangre se derrama.... por seguir la voluntad del Padre. (Amor del Padre en Getsemaní, se olvida de Hijo y solo piensa en los hijos que van a ser salvados) Al comienzo de su vida, la Carta a los hebreos pone en Cristo esta oración: "Padre, no quieres ofrendas y sacrificios...aquí estoy para cumplir tu voluntad." Cristo siempre hizo la voluntad de su Padre y no enseñó a cumplirla a nosotros pero es especialmente en el ciclo pascual cuando esa voluntad del Padre le hace pasar por la pasión y la muerte para llevarlo a la resurrecciòn.

Toda nuestra vida debe ser una obediencia, un cuerpo y una sangre que està dispuesta a derramarse por hacer la voluntad del Padre, salvando así a los hermanos. Cada misa nos invita a obedecer al Padre hasta la muerte, hasta la victimaciòn del yo personal, de la soberbia, egoismo... porque para pasar a la vida resucitada de la gracia, la vida nueva hay que matar el pecado que es siempre no cumplir la voluntad, los mandamientos del Padre. La nueva vida de amor y servicio a los hermanos tiene que pasar por nuestra propia pasiòn y muerte...

Cada misa nos recuerda y nos actualiza esto y nos da fuerza y nos alimenta en esta actitud de ofrenda obediencial al hacer presente la de Cristo."Cada vez que comásis este pan y bebáis este cáliz anunciáis la muerte del Señor hasta que vuelva." (1Cor.11,26) Toda la vida de Cristo, vivida y ofrecida así, fuè obediencia agradable al Padre. También yo tenga que obedecer así. Contemplando la de Cristo, también yo tengo que hacerme obediente al Padre que quiere llevarme a la Salvaciòn personal y de los hermanos mediante la muerte de mi yo, de mi egoismo, de mi amor propio, para que se realie en mí lo que S. Pablo dice de Cristo: "Se hizo obediente hasta la muerte y muerte de cruz." (Filip.2,8)

Tiene que estar mas presente la cruz obediencial en nuestra vida.

Somos discípulos y seguidores de un crucificado. La cruz ha sido misteriosamente escogida por Dios como camino de Salvación y por amor al Padre debemos estar dispuesto a implantar la cruz en nuestro cuerpo sensual, en nuestro ojos, en nuestro corazon soberbio, los sufirmientos y la difamaciones inmerecidas para salvación de los hombres, para ser corredentores con Cristo hasta poder decir  con S. Pablo: "Estoy crucificado con Cristo. Llevo en mi cuerpo los estigmas de la pasión del Señor."

4.- Y para terminar, expongamos un cuarto sentimiento que suscita y alimenta en nosotros la celebración o participación de la Eucaristía: Adoración, reconocer la infinitud de Dios y la pequeñez de la criatura, la nada del hombre frente a Dios...

Cuando Cristo dice "Este es mi cuerpo que se entrega.." reconoce la Majestad, lo absoluto de Dios a quien adora y reconoce como único Señor que puede disponer de la vida y de sus actos...Este reconocimiento, esta adoración es la máxima glorificación del Padre, el máximo reconocimiento de que ante El la criatura no es más que eso, pura nada, pura criatura. Al hacerlos presente en cada misa, Cristo nos invita a reconocer a Dios como el único Señor de nuestra vida....por eso, Padre, he aquí mi cuerpo que se entrega totalmente... que se humilla... No soy digno de  tí, de acercarme a Tí...

Queridos hermanos, esto nos obliga a poner sobre el altar de cada misa nuestros mejores deseos de alabanza y adoración, de glorificación -reconocer a Dios como Dios y como el único Dios de nuestra vida, abajo todos los ídolos, a los que damos culto: sensualidad, consumismo, becerro de oro y dinero, propia estima-  haciendo de cada jornada una alabanza de gloria al Padre: "in lauden gloriae ejus."

"Por Cristo, con El y en El, a tí Dios Padre omnipotente, en la unidad del E. Santo, todo honor y toda gloria, por los siglos de los siglos." Amén. Hay una santa moderna que vivió especialmente esto. Se llamaba a sí misma:in laudem gloriae ejus. Este era su nombre: sor Isabel de la Stma. Trinidad. Para ser alabanza de su gloria. Esto supone unos sentimientos de sentirse criatura, nada frente al Todo de Dios. Dios es lo absoluto, yo  la nada, Dios es el ser, yo la pura contingencia. Como yo le he prestado a Cristo mi humanidad, mi tarea será reproducir a Cristo ante la mirada de Dios y de los hombres.!Que poco se adora a Dios, se le alaba, se bendice: decir cosa bellas al Padre, al Hijo, al Espíritu. Dios debe ser alabado y adorado por su obras magníficas de creación y redención en favor de los hombres. En Cristo tenemos la cumbre y el cenit de la alabanza y adoración: Siendo Hijo se despojo de su rango y tomo´la condición de esclavo....por amor. Debemos contagiarnos de estos sentimientos de Cristo , unirnos a El para adorar, alabar, glorificar a Dios en nuestro ser y obrar.

La Eucaristía de Cristo es la Eucaristía de la Iglesia celeste y peregrina, de toda la Creación y Redención, unida a su Cabeza, Cristo, Sumo Sacerdote del Altísimo, Hijo en el que el Padre se complace eterna e infinitamente: "Nosotros, tus siervos(Sacerdotes) y tu pueblo santo(Iglesia) ofrecemos a tu excelsa majestad, una hostia santa, pura, inmaculada."(Postcomunión)

5.- Ante este culto perfecto de alabanza dado por Cristo y su Iglesia al Padre, nacería un quinto sentimiento importante: la petición. Nosotros somo la pura contingencia, estamos necesitados de la gracia y de la ayuda de Dios para todo. Tenemos que pedir todo, por todos y para todos, vivos y difuntos, porque el Padre se complace infinitamente en este sacrificio de su Hijo. Pero no quiero cansaros más y termino. Otro día hablaremos de otras riquezas de la Eucaristía. Ya hemos dicho varias veces que la Eucaristía es inagotable, y no lo digo por decirlo, sino porque contiene todo el misterio de Cristo. Es el mejor momento para atrevernos a pedir al Padre por todo y para todos. Que lo haga cada uno en particular durante esta hora de silencio. Hacedlo y lo comprobaréis. Añado unos versos que he copiado de una revista:

FRENTE A TU ALTAR, SEÑOR, EMOCIONADO

VEO HACIA EL CIELO EL CALIZ LEVANTAR.

FRENTE A TU ALTAR, SEÑOR, ANONADADO

HE VISTO EL PAN Y VINO LEVANTAR.

FRENTE A TU ALTAR, SEÑOR, HUMILDEMENTE

HA BAJADO HASTA MI TU ETERNIDAD.

FRENTE A TU ALTAR, SEÑOR, HE COMPRENDIDO

EL MILAGRO CONSTANTE DE TU AMOR.

¡QUERER TU QUE MI BARRO ESTE CONTIGO

HACIENDO TEMPLO A QUIEN TE HA OFENDIDO!

¡LLORANDO ESTOY FRENTE A TU ALTAR, SEÑOR!

(Tantos olvidos, tanta rutina, tanta indiferencia ante tanta vida, tanto sacrificio, tanta entrega....llorando estoy frente a tu altar, Señor.)

SEGUNDA MEDITACION

LA EUCARISTIA DEL DOMINGO O EL DOMINGO, DIA DE LA EUCARISTIA.

Queridos adoradores: Sin domingo no hay eucaristía y sin eucaristía no hay domingo. Sin Resurrección no hoy Domingo y si Cristo no resucita, no hay eucaristia.

Sin Domingo, pues, no hay cristianismo y sin cristianismo no hay vida cristiana, no hay Iglesia. Si imaginamos que toda la iglesia es como una inmensa dircunferencia que abarca el mundo entero, a modo de una rueda de bicicleta, donde los radios son los cristianos, las instituciones, las iglesias que se apoyan toda en un centro esencial... ese centro es el domingo y la eucaristia , el eje de ese centro, el corazon del domingo, al rededor del cual gira toda la Iglesia y todos los cristianos.Somos como sus radios. POr eso si uno no puede ir a misa el domingo, no puede sustituirla por la del lunes, u otro día. porque Jesucristo resucitó el domingo, que po eso se llama dominicus, dia del Señor resucitado en que celebró la eucaristía: Tenéis un poco de pan y le reconocieron al partir el pan... El domingo es el día del encuentro con Cristo resucitado en la Comunidad cristiana. Sin Eucaristía  dominical no hay Iglesia, parroquia, comunidad: "Ninguna comunidad cristiana se construye si no tiene como raiz y quicio la celebración de la santísima eucaristía." (S.C.)

Porque Cristo resucitado es el único fundamento de la vida cristiana y la misa dominical es Cristo haciendo presente entre nosotros su misterio de Salvación.

Esta es la doctrina de la Iglesia católica expresada claramente en la Constitución sobre la Sagrada Liturgia del Vaticano II. : "La Iglesia, por una tradición apostólica que trae su origen dle mismo día de la resurrección de Cristo, celebra el misterio pascual cada ocho días(No el lunes..)en el día en que es llamado con razón "dia del Señor" o domingo. En este día los fieles deben reunirse a fin de que escuchano la palabra de Dios y participando de la Eucaristía, recuerden la pasión, la resurrección y la gloria del Señor Jesús y den gracias a Dios que los hizo nacer a la viva esperanza por la resurrección de Jesucrsito entre los muertos(1Pe.1,3). Por esto, el domingo es la fiesta primordial que debe presentarse e inculcarse a la piedad de los fieles..." (S.C.106)

El domingo es el día de la semana que concentra en sí mismo los mejores valores de la vida cristiana: la centralidad de Cristo y su Pascua, la conciencia y la realidad de la Iglesia comunitaria, la celebración de la Eucaristía  como memorial de la Pascua, la alegría festiva y el descanso del trabajo como hommmenaje a Cristo resucitado como comunidad que se siente salvada....

El Domingo tiene muchas características, muchas connotaciones. Vamos a fijarnos en dos principales: el domingo  día de la eucaristía, día de la reunión cristiana. Empecemos por esta última:

El domingo es el dia de la reunión cristiana. La característica más antigua de los cristianos es que se reùnen el día de la resurrecciòn del Señr para celebrar la Pascua del Resucitado: primero, porque no había otro sitío, en las casas, luego en las catacumbas por las persecuciones, luego en la paz empiezan los templos.. Los cristianos necesitamos reunirmo como los mártires de Bitinia: "sine dominica non posumus..." no podemos vivir sin el domingo... Necesitamos de la Eucaristía y de los hermanos para confesar la fe, para crecer en ella, para animarnos en las adversidades y defendernos de la indiferencia evangélica que nos rodea: explicar la fuerza de la asamblea..... pensemos en paises no cristianos, la confirmación en la fe si viajando al extranjero

vemos los templos llenos...

La asamblea dominical manifesta el misterio mismo de la Iglesia:Xto. místico, los fieles reunidos"representan a la Iglesia visible establecida por todo el orbe."(SC42)

La reunión dominical nos educa nuestra conciencia de comunidad. Creemos en la comunión con Cristo Jesús y experimentamos los lazos de comunión en la fe y el amor de nuestros hermanos. Crear comunión es un grito profético en nuestro mundo dividido. Impacto para los no o malos creyente vernos salir unidos tantos juntos de la iglesia, donde hemos rezado juntos, creemos lo mismo....Somos todos una familia en Cristo Jesús. Si no se participa no se puede decir que somos del todo Iglesia. No andaban descaminados los primeros cristianos cuadno temían de la fe de quienes una y otra vez dejaban de ir a misa: "No desgarréis la Iglesia dajando de ir a misa."

Acudir a la reunión dominical es fidelidad a una comunidad a la que pertenecemos y al mismo tiempo, cuyos miembros somos. No acudir es empobrecer a la comunidad y a uno mismo, es empobrecer al mismo Cristo, privandole de sus miembros.

El fundamento de todos los valores de la asamblea dominical es que ella es el lugar del encuentro con Cristo resucitado. El nos "visita" "se aparece" a su comunidad en este día (no el el luenes) como hiciera con los suyos.

Cristo Jesùs que se hará presente en el pan y en el vino consagrados, está "realmente" presente en el hecho de la comunidad reunida(Mt.18,20) La asamblea experimenta el encuentro con el Señor resucitado y su Espìritu.

(El sentido fundamental del domingo encuentra a veces dificultad por la tendencia a vivir la fe en un ámbito de grupo. El domingo  es el día para experimentar la "comunidad de comunidades". La Iglesia está formada por todos los creyente y no por los frupos unidos por interes peculiares, espirituales o apostólicos. La Eucaristía une entre sí a fieles de cualquier género, edad y condición. (Cfr. Eucharisticum Mysterium 16) Las eucaristìas para grupos particulares se celebran en lo posible en los días feriales.(EM 27)

B EL DOMINGO, DIA DE LA EUCARISTIA

El domingo es el día memorial de la Pascua del Señor. La Iglesia se reúne en asamblea para celebrar el misterio pascual de Cristo. No hay domingo sin asamblea y no hay domingo sin Eucaristía. "La Iglesia nunca ha dejado de reunirse para celebrar el misterio pascual" (Cf.SC.6; 106) El contenido fundamental del domingo es celebrar el misterio eucarístico, memorial del sacrificio redentor. La Eucaristía es la caracterìstica típica del domingo cristiano, pero encierra a la vez otros valores importantes de la vida cristiana.

El domingo es el encuentro semanal con el Resucitado. Es múltiple y progresivo: asamblea, ministro, palabra y sacramento(Cf.SC. 7)No celebramos nuestra fraternidad y menos la justicia y la injusticia....etc..sino su presencia salvadora. El viene y se aparece cada ocho dia para asociarnos a su victoria pascual. No celebramos una obligación, una idea... sino una persona viviente, que es Cristo Jesús Resucitado.

La Eucaristía dominical ofrece al cristiano dos mesas, a las que estamos invitados: la mesa de la Palabra y la del Sacramento.

Es el día de la proclamación de la Palabra. El relato de Emaús puede dar mucha luz sobre esta característica. Dios nos habla y tenemos que entender las Escrituras para descubrir el paso de Cristo junto a nosotros. La Palabra convierte y salva, libera y santifica, guía e ilumina. Dios habla y luego nosotros respondemos cuando oramos el salmo.

Pero sobre todo el domingo es el dia de la celebraciòn de la Pascua, del paso de Dios entre nosotros. Pascha=paso de Cristo de la muerte a la vida, paso nuestro del pecado a la vida.Eucaristia, de la memoria agradecida. La Eucaristia nos inserta en el acontecimiento transformador ade la Pascua del Señor.Ya hemos hablado suficientemente de esto en la primera meditación. Nos reunimos por que  el Señor nos lo mandó: "Haced esto en memoria mía..." La asamblea hace memoria agradecida del misterio pascual de Cristo.

C)EL DOMINGO, DIA DEL DESCANSO

El descanso dominical tiene un carácter pascual. Los judíos descansaban en memoria de su liberación; los cristianos en memoria de la Pascua de Cristo. El domingo de Pascua hizo domingo a todos los domingos del año. Los judios recordaban el descando del Dios Creador y nosotros el descanso del Cristo resucitado: nos hace resucitar y entrar en el cielo donde ya no se trabaja.

El descanso dominical es un gesto profético en nuestra sociedad que se afana y busca la productividad y la ganancia y considera el descanso como una pérdida de bienes materiales. "No solo de pan...

-------------------------------------------------------------

EL ADORADOR NOCTURNO Y LA PARROQUIA

La Iglesia de Cristo, extendida por todo el Universo, tiene en la Comunidad Parroquial su manifestación más pequeña y completa. La parroquia nos hace nacer a la vida cristiana, alimenta y fortalece esta vida por la Palabra y los Sacramentos, nos acompaña durante todo el recorrido terreno y nos abre las puertas de la Eternidad.

Por todo esto el Adorador Nocturno debe amar y colaborar con su parroquia en este ministerio de la Salvación, especialmente entodo lo relacionado con el Mieterio Eucarístico, Centro y culmen de toda la vida de la Iglesia.

Quisíeramos dar ahora algunas sugerencias sobre esta colaboración que todo Adorador Nocturno debe prestar en su parroquia en este sentido.

1.- LA EUCARISTIA COMO SACRIFICIO.

"Ninguna Comunidad Cristiana se construye si no tiene como raiz y quicio la celebración de la Santísima Eucaristia"

La primera Eucaristía fue celebrada por Cristo en compañía de sus Apóstoles en la Ultima Cena. Resucigado el Señor y habiendo subido a los cielo, los Apósoles sguieron celebrándola siempre en el Día del Señor, es decir, el domingo, en el día en que resucitó y así lo sequimos haciendo todos los cristianos siguiendo esta tradición de los Apostoles, formando la comunidad de los que creemos en Jesús, como Hijo de Dios y Unico Salvador del mundo.

Siendo la Eucaristía el Sacramento que construye la Comunidad, estáclaro que un Adorador Nocturno debe participar en la Eucarístía Dominical de su parroquia. Aunque el precepto puede cumpllirlo en otro templo, él debe realizarlo allí donde hace y construye comunidad de Jesús, educando así con su testimonio a todos los demás feligreses.

Sería también ejemplarizante que no se conformase solo con su presencia, sino que por amor al Misterio que se va a celebrar, llegase diez mkinutos antes y se preaprase en silenciio y oraciión para este paso, la pascua del Señor, que viene a aparecerse a la comunidad. Llegar tarde o con el tiempo justo sería demostrar poca delicadez y poco amor al Misterio Eucarístico.

Sería conveniente tambièn y esto dependiendo de sus facultades, que se ofreciese para que la celebración litúrgica fuera lo más digna posible. Quiero decir, que se presentase al celebrante para colaborar en las Lecturas, en los cantos , en la colecta... o en lo que fuere necesario.

Sería un contrasentido ver al Adorador portarse de un aforma pasiva e indiferente, como si él no descubrieses la honfura de la misa, demostrando así que  verdaderamente no vive su Adoración Nocturna desde la fe despierta y el amor encendido, sino desde la rutina.

Además de la mis Dominical, un Adorador Nocturno debe participar durante la semana en alguna eucaristía, porque necesita de este alimento para su vida cristiana. No hacerlo así, demostraría que su vida no vive de Cristo Eucaristía y que cumple con lo imprescindible y obligartorio. Debe frecuentar y hacer que otros tambièn la frecuenten.

2.- LA EUCARISTIA COMO COMUNIÓN.

 "Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida"

Para vivir la vida en Cristo, necesitamos comer su cuerpo. Por eso, un Adorador Nocturno, para cercer en su fe y amor a Cristo y a los hermano, necesita alimenatarse con frecuencia del pan de la Eucaristía, siempre desde la verdad sentdia y nunca desde la obligación o rutina.

Un Adorador Nocturno debe ser ejemplar en la forma litúrgica de recibir al Señor, en el recogiimiento interior y exterior, en la acción de gracias, en el tiempo que dedica a este encuentro con el Señor. Sobre todo, sele debe notar que comulga verdaderamente con Cristo, creciendo en su imitación, en su entrega en el amor y comprensión con los demás, en el perdon, en la mansedumbre...

3.- LA EUCARISTÍA COMO PRESENCIA.

La presencia de Cristo en el Sagrario o en la Hostia Consagrada expuesta en la Custodia es la prolongación del SAcrificio y de la Comunión Eucarística. La Eucaristía como Presencia es el centro de la mirada contemplativa del Adorador Nocturno y el sentido y la finalidad de la Adoración Nocturna.

El Adorador Nocturno debe promoever y potenciar en su parroquia todo lo referente a la Adoración de Cristo presente en el pan consagrado. Si hay alguna institución, como los jueves eucarísticos, la 4o horas, los primeros viernes...debe ser el mas entusiasta participante y apòstol animador. Tener mucho entusiasmo por la Adoracióo Nocturna y poca o nada por los movimientos eucarísticos de su parroquia, indicaría que tiene poco entusiasmo porque Cristo se conocido y adorado o que Cristo no es motor de su devoción.

La visita al Santìsimo debe ser un objetivo de su acción apostólica. Debe ser apóstol de la presencia eucarística invitando y animando de palabra y obra, con pequeños y mayores,  a esta practica tan santidicadora de la piedad cristiana. Por este mismo motivo debe cuidad mucho todo lo referente al Sagrario: limpieza, flores.... desde un amor personal y sincero a Cristo Eucarístia.

Todo esto indicaría que hay vida verdadera eucarística y coherencia real en su Adoración Nocturna.

   TERCERA MEDITACION: LA EUCARISTIA COMO COMUNION

(Esta materia la dí como añadido y complemento cuando traté del Adorador Nocturno y la comunión en ocho minutos. Se puede convertir en meditaciòn si añado lo que tengo sobre el tema en mi cuaderno. Aquí copio el Catecismo Catolico)

LOS FRUTOS DE LA COMUNION:

1.- LA COMUNION ACRECIENTA NUESTRA UNIÓN CON CRISTO. Recibir

la Eucararistía en la comunión da como fruto principal la unión ínrima con Cristo Jesús. En efecto, el Señor dice: "Quien come mi Carne y bebe mi Sangre habita en mí y yo en él". (Jn 6,56)La vida en Cristo encuentre su fundamento en el banquete eucarístico: "Lo mismo que me ha enviado el Padre, que vive y yo vivo por el Padre, también elque coma vivirá por mí." (Jn 6,57)

Lo que el alimento material produce en nuestra vida corporal, la comunión los realiza de manera admirable en nuestra vida espiritual. La comunioon con la Carne de Cristo resucitado,"vivificada por el Espíritu SAnto y vivificante" (PO5) conserva, acrecienta y revueva la vida de gracia recibida en el Bautismo. Este crecimiento de la vida cristiana necesita ser alimentado por la comunión eucarístic, pan de nuestr peregrianción, hasta el momento de la muerte, cuando nos dea dada como viático.

2.- LA COMUNION NOS SEPARA DEL PECADO. El Cuerpo de Cristo que recibimos en la comunión es "entragao por nosotros" y la Sangre que bebemos es "derramada por muchos para el perdón de los pecados" Por eso la Eucaristía  no pued unirnos a CRisto sin purificarnos al mismo tiempo de los pecados cometidos y preservarnos de futuros pecados.

"Cada vez que lo recibimos, anunciamos la muerte del Señor" (1Cor 11,26) Si anunciamos la muerte del Señor, anunciamos tambièn el perdón de los pecados. Si cada vez que su SAnge es derramada, lo es para el perdón de los pecados, debo recibirle siempre, para que siempre me perdona los pecados. Yo que perco siempre,debo tener siempre un remedio.(D. Ambrosio, sacr. 4,28)

Como el alimento corporal sirve para restaurar la   pèrdida de fuerzas, la Eucaristía fortalece la cariad que, en la vida cotidiana, tiende a debilitarse; y esta cariad vivificada borra los pecados veniales(Trento:DS. 1638) Dandose a nosotros, Cristo reaviva nuestro amor y nos hace capaces de romper los lazos desordenados con las criaturas y de arraigarnos en El:"Porque Cristo murió por nuestro amor, cuando hacemos conmemoración de su muerte en neustro sacrificio, pedimos que venga el Espi´ritu Santo y nos comunique el amor: suplicamos fervorosamente que aquel mismo amor que impulsó a Cristo a dejarse crucificar por nosotros sea infundido por el Espíritu Santo en nuestros corazones...., y llenos de caridad, muramos al pecado y vivamos para Dios." (S Fulgencia de Rupe, Fab.28,16-19)

3-.PRESERVA DE PECADOS MORTALES.Por la misma caridad que enciende en nosotros, la Eucaristía nos preserva de futuros pecados mortales. Cuanto más participamos en la vida de Cristo y más progresamos en su amistad, tanto más difícil se nos hará romper con él por el pecado mortal. La Eucaristía no está ordenada al perdòn de los pecado mortales. Esto es propio del sacramento de la Reconcilicación. Lo propio de la Eucaristía es ser el sacramento de los que estàn en plena comuniòn con la Iglesia.

4.- LA UNIDAD DEL CUERPO MISTICO: LA EUCARISTIA HACE LA IGLESIA. Los que reciben la Eucaristía se unen más estrecamente a Cristo. Por ello mismo, Cristo los une a todos los fieles en un solo cuerpo: la Iglesia. La Comunión renueva, fortifica, profudiza esta incorporación a la igelsia realizada ya por el Bautismo. Por el bautismos fuimos llamados a formar un solo cuerpo en Cristo. La Comunión perfecciona y completa esa llamada: "El cáliz de bendiciòn que bendecimos ¿no es acaso comunión con la sangre de Cristo? y el pan que partimos ¿no es comunión con el Cuerpo de Cristof? Porque aun siendo muchos, un solo pan y un solo cuerpo somos, pues todos participamos de un solo pan". (1Cor.10, 16-7)

"Si vosotros mismos sois Cuerpo y miembros de Cristo, sois el sacramento que es puesto sobre la mesa del Señor, y recibís este sacramento vuestro. Respondéis "amén" (es decir, "si" "es verdad") a los que recibís, con lo que respndiendo, lo reafirmáis. Oyes decir "el Cuerpo de Cristo", y respndes "amen". Por la tanto, sé tuú verdadero miembro de Cristo para que tu "amen" sea también verdadero " (S. Agustín, serm.272)

5.- LA EUCARISTIA ENTRAÑA UN COMPROMIS EN FAVOR DE LOS POBRES. Para recibir en la verdad el Cuerpo y la SAngre ce Cristo entregados por nosotros debemos reconocer a Cristo en los más pobre, sus hermanos. (Cf.Mt.25,40)"Has gustado la sangre del SEñor y no reconoñces a tu hermano. Deshonras esta mesa, no juzgando digno de compartir tu alimento al que ha sido juzgado digno de particicpar en esta mesa. Dios te ha liberado de todos los pecados y te ha invitado a ella. Y tú, aún asín no te has hecho más misericordioso. (S. Juan Criso´stomo, hom. in 1Cor,27,4).

6.-LA EUCARISTIA, PRENDA DE LA GLORIA FUTURA

En una antigua oración de la Iglesia, que todos vosotros sabéis, la Iglesia aclama el misterio de la Eucaristía: "¡Oh sagrado banquete, en que Cristo es nuestra comida, se celebra el memorial de su Pasión, el alma se llena de gracia y se nos da la prenda de la gloria futura...") Si la Eucarístía es el memorial de la Pascua del Señor y si por nuestra comunión en el altar somos colmados "de gracia y bendición", la Eucaristía es también la anticipación de la gloria celestial, pues que recbimos al que los ángeles y los santos contemplan resplandeciente en el banquete del reino.

La Iglesia sabe que, ya ahora, el Señor viene en su Eucaristía y que está ahí en medio de nosotros. Sin embargo, esta presencia está velada. Por eso celebramos la Eucaristía "mientras esperamos  la gloriosa venida de nuestro Salvador Jesucristo." que rezamos en la misa, pidiendo además "entrar en tu reino, donde esperamos gozar todos juntos de la plenitud eterna de tu gloria; allí enjugarás las lágrimas de nuestro ojos porque, al contemplarte como Tu eres, Dios nuestro, seremos para siempre semejantes a tí y cantaremos eternamente tus alabanzas, por Cristo, Señor Nuestro" (Plegaria 3ª, memento difuntos)

De esta gran esperanza, la de los cielos nuevos y la tierra nueva en los que habitará la junsticia, no tenemos prenda más segura, signo más manifiesto que la Eucaristía. En efecto, cada vez que se celebra este misterio "se realiza la obra de nuestras redención(PLegaria 3) y " partimos un mismo pan que remedio de inmortalidad, antídoto para no morir, sino para vivir en Jesucristo para siempre." (S.Ignacio de Antiquia, Eph.20,2)

PARA LA PUESTA EN COMUN: REFLEXION EN GRUPO

(Se pueden tomar preguntas del resumen final sobre el tema que trae el Catecismo. Yo puse estas.)

1.- La eucaristia fué vital para los primeros cristianos: la conocían,la amaban y la necesitaban. ¿Podemos decir ahora lo mismo de los cristianos actuales?

2.- De todos los nombres posibles para designar a la santa misa como sacrificio, teologicamente ¿cuál os gusta más?

3.- ¿Qué parte son las más importantes de la misa? Enumera en orden de importancia:

4.- ¿Por qué no se puede ser un cristiano -como Cristo quiere-

sin domingo?

5.- ¿Qué iniciativas podíamos tomar en nuestras parroquias como Adoradores?

CUARTA MEDITACION: LA EUCARISTIA COMO PRESENCIA.

Tuvimos la santa misa sin homilia pero con peticiones espontáneas, a seguidas la Exposición, cantamos "véante mis ojos." diez minutos de silencio y a seguidas la charla que tengo al final de cuaderno sobre la presencia eucarística, desde el último banco para que me oyeran todos. Otros cinco o diez minutos de oraciòn y el tantum ergo solemne, pidiendo finalmente al Señor que nos bendijera, dijera cosa bellas al Padre de nosotros. Rezamos la Salve por ser sábado.

LA EUCARISTÍA, MEMORIAL DE LA PASCUA DE CRISTO

(Texto para la publicación, año jubilar 2000)

Jesucristo es Dios hecho hombre, es la Revelación del Misterio de Dios en carne como la nuestra, es la realización del proyecto del Dios Trino en el Hijo, nacido de mujer por obra del Espíritu Santo.

La Eucaristía, que es una encarnación continuada, es el resumen de todo este misterio de Dios revelado en Jesucristo, es el compendio sacramental de todo el misterio de Cristo y de la Historia de la Salvación. "En resumen, la Eucaristía es el compendio y la suma de nuestra fe: << Nuestra manera de pensar armoniza con la Eucaristía y a su vez, la Eucaristía confirma nuestra manera de pensar. >> (S. Ireneo, Adv. haer.4,18,5)" (1)

Todo lo que Cristo dijo e hizo, todo su misterio de Salvación, se contiene en la Eucaristía. Cuando el sacerdote consagra el pan y el vino en la misa,

los deposita sobre el altar y reconoce la grandeza del misterio, lo adora e invita a la asamblea a que haga lo mismo, diciendo: "ESTE ES EL MISTERIO DE NUESTRA FE." (2)

Dentro de la historia visible y documental del mundo se desarrolla otra historia, la Historia de la Salvaciòn, cuyo hilo conductor no son las guerras y las paces o la invenciones de los hombres, sino las intervenciones de Dios: "mirabilia Dei."

La Eucaristía es la invención más inaudita y original de Dios en favor de los hombres, porque no ocupa un lugar en esta historia sino toda la historia de la Salvación, todo el misterio de Cristo, toda la fe católica.

"La riqueza inagotable de este sacramento se expresa mediante los distintos nombres que se le da. Cada uno de estos nombres evoca alguno de sus aspectos. Se le llama: Eucaristía, porque es acción de gracias a Dios... Banquete del Señor, porque se trata de la Cena que el Señor celebró con sus discípulos la víspera de su pasión... Fracción del pan....Asamblea eucarística... Memorial de la pasión y de la resurrección de Cristo, Santo Sacrificio... Santa y divina liturgia...Comunión... Santa Misa...." (3)

Siguiendo las indicaciones del Papa Juan Pablo II para este año jubilar 2000, glorificación de la Trinidad por el Hijo hecho pan de Eucaristía, el claustro de profesores de nuestro seminario decidió que la exposición teológica de este año en la fiesta de Santo Tomás versara sobre el Misterio Eucarístico. Y el tema elegido ha sido LA EUCARISTIA, MEMORIAL DE LA PASCUA DE CRISTO.

"Siendo Cristo el único camino al Padre.... el dos mil será un año intensamente eucarístico: en el sacramento de la Eucaristía el Salvador, encarnado en el seno de María hace veinte siglos, continúa ofreciéndose a la humanidad como fuente de vida

divina." (4)

Todo el arco de la Salvación mira a la Pascua de Cristo de tres modos diversos: en el Antiguo Testamento como figura y profecía; en el Nuevo Testamento como institución y realización plena y en la hora actual de la Iglesia como memorial-sacramental que actualiza todo el misterio pascual de Cristo.(5)

La epíclesis de la misa nos sigue recordando cada día que "lo que en la plenitud de los tiempos se realizó por obra del Espíritu Santo, solamente por obra suya puede surgir ahora de la memoria de la Iglesia."(6)

El misterio pascual nace en el corazón del Padre, que envía a su Hijo hecho obediente hasta la muerte y es resucitado por el Espíritu para nuestra justificación: la Eucaristía es obra de toda la Trinidad.La Eucaristía, instituida por Jesús en la última cena y dejada como memorial a su Iglesia, es una realidad tan densa que supera todas las ideas e imágenes del amor extremo de Dios al hombre, expresadas hasta la misma venida de Cristo. Sin embargo, en el Antiguo Testamento encontramos figuras y hechos, que la hacen más comprensible y que sirven de anticipo y marco al misterio eucarístico instituido por Cristo.

MAX THURIAN nos dirá, "que la Eucaristía sólo puede comprenderse en su significado profundo, si se la explica por la tradición litúrgica del Antiguo Testamento. Si se interprestase la comida eucarística, como un acto nuevo y totalmente independiente, no llegaríamos a sus raices más profundas." (7)

"Esto se comprueba cuando uno se adentra en el mundo espiritual propio del Nuevo Testamento. Pues en el encuentro con el Cristo de los evangelios se forma un poderosa realidad vital que está estrechamente ligada al pasado veterotestamentario y, a la vez, apunta al futuro. La irrupciòn del reinado de Dios en esta tierra abarca indisolublemente los dos mundos tan distintos  externamente como son el del Viejo y el del Nuevo Testamento." (8)

Por eso, toda la tradición apostólica, patrística y eclesial ha relacionado siempre la Eucaristía con figuras e instituciones del Antiguo Testamento: Pascua, Alianza, Memorial.... y esta es la razón por la que comenzamos nuestra exposición con el estudio breve de estas tres realidades veterotestamentrias que le dan pié y fundamento, aunque superadas lógicamente por la realidad misma de la Eucaristía. (9)

"En la última cena de Jesús, la nueva pascua, la eucaristía se insertaba en el marco de la pascua antigua...Pero en virtud de su contenido desborda este marco..." (10)

Nosotros queremos desarrollar el tema propuesto: LA EUCARISTIA, MEMORIAL DE LA PASCUA DE CRISTO, desde una teología eminentemente bíblica y espiritual. Lo hago convencido de la importancia que la espiritualidad tiene para la comprensión de la verdad teológicamente estudiada,no solo para su vivencia. (11)

PRIMERA PARTE

I.- ANTIGUO TESTAMENTO: PASCUA HEBREA

A) LA PASCUA HEBREA COMO ACONTECIMIENTO HISTORICO:

1) EL SACRIFICIO Y LA CENA DEL CORDERO PASCUAL

La pascua hebrea, como acontecimiento histórico, comprende la noche de la cena del cordero y la salida de la esclavitud de Egipto, el paso por el Mar Rojo, la travesía del desierto, la Alianza en la falda del Monte Sinaí, el banquete sacrificial....

La pascua judia, iniciada con la cena del cordero pascual y continuada con hechos extraordinarios como el maná, el agua viva brotada de la roca... es la institución veterotestamentaria que arroja más sentido y comprensión sobre el contenido, las palabras y los gestos de Cristo en la última cena.

Si queremos explicar la Eucaristía con la Biblia, hemos de comenzar por la comprensión de la pascua hebrea en la cual encuentra su raiz, contexto y profecía.(12) Diversos pasajes del Exodo, en el capìtulo 12, sobre todo, y del Deuteronomio, en el capìtulo 16, nos dan a conocer elementos bien concretos del rito pascual que anticipan la cena del Señor.

La pascua es el banquete anual que el pueblo judio celebra en conmemoración de la liberación de Egipto y de los hechos que la acompañaron. Es el comienzo del éxodo, de la salida de la esclavitud, el comienzo singularísimo de la historia de Israel, en el que Yahvé interviene en favor de su pueblo cumpliendo las promesas de Abrahám, para establecer con ellos una alianza que sellará su existencia como pueblo elegido. (13)

"Yahvé dijo a Moisés y Aròn en tierra de Egipto: <<Este mes será para vosotros el comienzo del año, el mes primero del año. Hablad a toda la asamblea de Israel y decidles: El día diez de este mes tome cada uno según las casas paternas una res menor por cada casa. Si la casa fuere menor de lo necesario para comer la res, tome a su vecino, al de la casa cercana, segun el número de personas, computándolo para la res según lo que cada cual puede comer. La res será sin defecto, macho, primal, cordero o cabrito. La reservarás hasta el día catorce de este mes y toda la asamblea de Israel lo inmolará entre dos luces. Tomarán de su sangre y untarán los postes y el dintel de la casa donde se coma. Comerán la carne esa misma noche, la comerán asada al fuego, con panes ácimos y lechugas silvestres. No comerán nada de él crudo, ni cocido al agua; todo asado al fuego, cabeza, patas y entrañas. No dejaréis nada para el día siguiente; si algo quedare, lo quemaréis. Habéis de comerlo así: ceñidos los lomos, calzados los pies y el báculo en la mano y comiendo de prisa, es la Pascua de Yahvé. Esa noche pasaré yo por la tierra de Egipto y mataré a todos los primogénitos de la tierra de Egipto, desde los hombres hasta los animales, y castigaré a todos los dioses de Egipto. Yo,Yahvé. La sangre servirá de señal en las casas donde estéis; yo veré la sangre y pasaré de largo, y no habrá para vosotros plaga mortal cuando yo hiera la tierra de Egipto. Este día será para vosotros memorable y lo celebraréis solemnemente en honor de Yahvé de generación en generación: será una fiesta a perpetuidad." (Ex.12,1-14) (14)

"Es Pascua de Yahvé(v 11). La palabra pesah, (en los v.11,21,27,43,48) pasando por el arameo, ha llegado a ser en griego y en latínpascha, del verbo pesah.... Podemos traducir saltar o pasar como se traduce ordinariamente este verbo: "pasar por "pasar por encima de"... Por tanto, "este paso por encima"

que exime y exceptúa a las viviendas de los Israelitas, tiene sentido de salvación. La explicación se dará más completamente en los versículos siguientes..." (15)

Los Padres de la Iglesia se preguntaban qué sangre tan preciosa veía el Padre Dios en los dinteles de las puertas de los judios para mandar a su ángel no castigarlos. Y respondían: Veía la sangre de Cristo, veía la Eucaristía. (Así Melitón de Sardes,Homilia de Pascua, siglo II)

En uno de los primeros textos pascuales de la Iglesia leemos estas palabras: "¡Oh misterio nuevo e inexpresable! La inmolación del cordero se convierte en salvación de Israel, la muerte del cordero en vida del pueblo y la sangre atemorizó al ángel. Respóndeme, oh ángel, qué fué lo que te llenó de temor? está claro: tú has visto el misterio del Señor cumpliéndose en el cordero, la vida del Señor en la inmolación del cordero, la figura del Señor en la muerte del cordero y por esto no has castigado a Israel." (Melitón de Sardes, sobre la Pascua, 31.;Sch 123,p.76) Y el Pseudo Hipólito exclama: "Cuál será la fuerza de la realidad cuando la simple figura de ella era causa de salvación? (Ps. Hipólito, sobre la Pascua,3; Sch.27, p.121)Para los padres y para la iglesia está claro que desde la noche del éxodo Dios contemplaba ya la Eucaristía y pensaba en darnos el verdadero Cordero Salvador: "Cuando yo vea la sangre, pasaré de largo ante vosotros y no habrá plaga exterminadora..."(Ex.12,13)

Todo esto lo cree y lo reza la liturgia de la Iglesia en uno de sus prefacios pascuales, con mayor expresividad en su versión latina: "...pascha nostrum inmolatus est Christus: qui oblatione sui corporis, antiqua sacrificia in crucis veritate perfecit, et seipsum pro nostra salute commendans, idem sacerdos, altare y agnus exhibuit...." En castellano: "Cristo, nuestra pascua,(cordero pascual) ha sido inmolado. Porque él, con la inmolación de su cuerpo en la cruz, dió pleno cumplimiento a lo que anunciaban los sacrificios de la antigua alianza y, ofreciéndose a sí mismo, quiso ser al mismo tiempo sacerdote, víctima y altar."

El exódo, pues, no es sólo el momento de partida, después de la cena del cordero, en aquella noche llena de acontecimientos, que dan fin a la esclavitud en Egipto, abarca también otros muchos hechos extraordinarios, mencionados anteriormente, que nos ayudan a comprender mejor el contenido del misterio eucarístico. Y si la eucaristía contiene todo el misterio de Cristo, el éxodo pascual es el evangelio del AT. y la buena noticia de un Dios que ha salvado a su pueblo y lo seguirá salvando en el futuro.(16)

Así viene proclamado al comienzo del decálogo: "Yo soy Yahvé, tu Dios, que te sacó de la tierra de Egipto, de aquel lugar de esclavitud" (Ex. 20,2). Esto quedará por todos los siglos como el artículo fundamental del credo histórico de Israel: "Mi padre era un Arameo errante....Los egipcios nos maltrataron, nos oprimieron y nos impusieron una dura esclavitud. Entonces clamamos al Señor, Dios de nuestros antepasados y el Señor escuchó nuestra voz y vió nuestra miseria, nuestra angustia y nuestra opresión. El Señor nos sacó de Egipto con mano fuerte  y brazo poderoso en medio de gran temor, señales y prodigios; nos condujo a este lugar y nos dió esta tierra, que mana leche y miel." (Deut. 26,5-10)

Esta antiquísma fórmula, que acompañaba a la ofrenda sacrificial de las primicias, equivale a una profesión de fe(17) y va ligada en el relato a la celebración de un sacrificio banquete: "Este será un memorial entre vosotros y lo celebraréis como fiesta en honor de Yahvé de generación en generación". Este ritual está descrito dos veces en el libro del Exodo: en Ex. 12,1-14 como orden dada por Dios a Moisés y en 12,21-27 como orden transmitida por Moisés al pueblo. Tanto el uno como el otro contienen elementos que se refieren solo a aquella noche y otros que miran a la celebraciones futuras. La celebración de la pascua tenía lugar el día 15 del primer mes,(mes de Abib, llamado Nisán después del exilio) comenzando con la tarde del día 14. Es el inicio de la primavera y la noche de la tarde del 14 era precisamente plenilunio.  

"Cuando os pregunten vuestros hijos: "¿qué significa para vosotros este rito?, responderéis: <<Este es el sacrificio de la pascua de Yahvé, que pasó de largo por las casas de los israelitas cuando hirió a los egipcios y salvó vuestras casas>>"(Ex.12,26-27). Y, celebrándolo así, es como este rito se convierte en memorial de la Pascua Judia, esto es, de la liberación de Egipto, del paso del mar Rojo, de la alianza con su pueblo. (18)

2) ALIANZA POR LA SANGRE

Como el éxodo ha sido el acontecimiento determinante de la historia de Salvación de Israel en el AT., así la Alianza va a ser la institución fundamental que regule las relaciones entre Dios y su pueblo y el punto de referencia esencial para juzgar el comportamiento de la comunidad, tanto de sus jefes como de cada uno de los componentes del pueblo de Dios.

El mismo término de alianza, su contenido y obligaciones tienen como base pactos y compromisos sociales nacidos  entre los pueblos y clanes familiares. (19)

Sobre la base de la solidaridad de la sangre, fortísima entre los pueblos nòmadas, se establecieron pactos entre individuos y clanes familiares de diversa sangre, a fin de hacer uniones que tuvieran el mismo valor y fuerza que ésta, por lo que se hacían como "consanguíneos". Un rito consistente en un cambio de sangre simbolizaba y sancionaba el ingreso de un individuo o de un grupo familiar en el otro grupo como si tuvieran un mismo origen, con la consiguiente participación en los mismos derechos y obligaciones familiares. Bajo este aspecto, la Alianza de Israel con Yahvé, simbolizada por la sangre derramada mitad sobre el altar, que representa a Dios, mitad sobre el pueblo, indicaba la participación de Israel en los bienes de Dios y, en un cierto sentido, la asunción por parte Dios de los intereses de Israel.

Otras veces este rito consistía en un convite sacrificial, por el que se significaba la participación para siempre en los mismos bienes y derechos de los contrayentes.

La alianza contraida por Dios con su pueblo en el desierto emplea la sangre con este significado vital que tenía entre los hebreos y viene a significar la comunión de vida que de ahora en adelante existirá entre Dios e Israel. Dice Yahvé a Moisés: "Ya habéis visto lo que he hecho con los egipcios y cómo a vosotros os he llevado sobre alas de águila y os he traido a mí. Ahora, pues, si de veras escucháis mi voz y guardáis mi alianza, vosotros seréis mi propiedad personal entre todos los pueblos, porque mía es toda la tierra; seréis para mí un reino de sacerdotes y una nación santa"(Ex. 19,3-6).

El rito de la conclusión de la alianza tiene lugar en el monte llamado Sinaí en los pasajes atribuidos al Yahvista(Ex. 19, 11b-18) y Horeb en los atribuidos al Elohista(Ex.33,6)

"Moisés vino y comunicó al pueblo todo lo que le había dicho Yahvé y todas sus leyes. Y todo el pueblo respondíó a una: Cumpliremos todo lo que ha dicho Yahvé. Entonces escribió Moisés todas las  palabras de Yahvé y levantándose muy de mañana, alzó al pié del monte un altar y doce estelas por las doce tribus de Israel. Luego mandó a algunos jóvenes de los israelitas que ofreciesen holocaustos e inmolaran novillos como sacrificio de comunión para Hahvé. Moisés tomó la mitad del sangre y la puso en una vasija y la otra mitad la derramó sobre el altar. Tomó a continuación el código de la alianza y lo leyó en presencia del pueblo, el cual dijo: Obedeceremos y cumpliremos todo lo que ha dicho Yahvé. Entonces Moisés tomó la sangre y roció al pueblo, diciendo: Esta es la sangre de la alianza, que el Señor ha hecho  con vosotros, según las palabras ya dichas."(Ex.24,3-9)

La sangre derramada después del juramento tanto sobre el altar como sobre el mismo pueblo significa una nueva unión más fuerte que se dará de ahora en adelante entre Dios e Israel y de Israel con su Dios. Y así interpreta Moisés este gesto simbólico al decir: "Esta es la sangre de la Alianza..." La Alianza de Dios con su pueblo implica una comunidad de vida,una verdadera y eficaz armonía de voluntad entre los dos contrayentes, que en razón de la Alianza tendrán los mismos fines y objetivos. Israel aceptará la voluntad de Dios expresada en sus "palabras" y de este modo entrará en los planes de Dios.(20)  Todo lo dicho aquí es muy importante para nuestra exposición, porque Jesús mismo, en la institución de la eucaristía, cita la fórmula ritual de Moisés y la incorpora para siempre a las palabras de la consagración: "Esta es mi sangre, la sangre de la alianza..." (Mt.26,28) Mediante esta nueva alianza, Dios quiere conducir a su nuevo pueblo a una vida de comunión con El, y los hombres son invitados a entrar en este designio de Dios, conformándose en todo a su voluntad. (21)

La alianza sinaítica fué una etapa maravillosa de la historia de la salvación del pueblo de Dios; pero era sólo eso, una etapa, ya que la alianza de Dios había de extenderse a todos los pueblos. En los planes de Dios toda la humanidad había de formar parte de su Alianza definitiva por medio de la sangre de Cristo. Po eso, cuando esta alianza sinaítica se rompe por la infidelidad del pueblo de Israel, Dios, por los profetas, promete una nueva y definitiva:

"He aquí que vienen días(oráculo de Yahvé) en que yo pactaré con la casa de Israel y la casa de Judá, no como la alianza que hice con sus padres cuando, tomándolos de la mano, los saqué de la tierra de Egipto, pues ellos quebrantaron mi alianza y yo los rechacé-oráculo de Yahvé-. Porque ésta será la alianza que yo haré con la casa de Israel después de aquellos días, oráculo de Yahvé: Yo pondré mi ley en su interior y la escribiré en su corazón, y seré su Dios y ellos serán mi pueblos..... Yo perdonaré su maldad y no me acordaré más de sus pecados" (Jr.31,31-34).

Todos estos hechos y profecias son implicitamente evocados por Jesús en la última cena, al mencionar su sangre, como sangre de la nueva alianza: "Bebed todos de él, porque ésta es la sangre de la alianza, que se derrama por muchos para el perdón de los pecados..." (Mt.26,27).

B) LA PASCUA HEBREA COMO MEMORIAL: CELEBRACION RITUAL

Memorial es un concepto bíblico fundamental en toda la vida de Israel y en particular en la celebración ritual de la Pascua.

Asociado a un rito permanente que tiene como objeto recordar las hazañas que Dios hizo en el pasado y que se vuelven a poner ante los ojos de Yahvé, para que recordándolas, Dios renueve la salvación y la liberación concedidas a Israel. (22)

"Este día será un día memorable para vosotros y lo celebraréis como fiesta del Señor, institución perpetua para todas las generaciones" (Ex.12,14). "Dijo, pues, Moisés al pueblo. <<Acordáos de este día en que salísteis de Egipto, de la casa de la servidumbre...>>" (Ex.13,3-10). En la celebración de la cena pascual, los padres tenían la obligación de dar una catequesis a los hijos más pequeños sobre el significado de aquella cena, que estaban celebrando y de sus ritos:

"Cuando hayáis entrado en la tierra que el Señor os va a dar, como ha prometido, observaréis este rito. Y cuando vuestros hijos os pregunten: <<¿qué significa este rito?>>, responderéis: Es el sacrificio de la pascua en honor del Señor, que pasó de largo ante las casas de los israelitas de Egipto, cuando castigó a los egipcios y perdonó a nuestras familias." (Ex.12,25-27)

El rito pascual celebrado de esta forma se convierte en una institución permanente, unido indisolublemente al hecho de la liberación de Egipto y es un memorial de toda la realidad del éxodo. El memorial pascual no era mera evocación y recuerdo subjetivo del pasado. Al hacer presente el rito, se quería recordar a Dios las maravillas realizadas antiguamente, para que las siguiera realizando en el presente, en favor de su pueblo. También servía para recordar al pueblo los compromisos contraidos con Dios por la Alianza, que ahora tenía que hacer actuales.

En el lenguaje bíblico, los términos "acordarse" y "memoria" tienen un sentido más pleno que un simple recuerdo memorístico de un hecho pasado. Se podía referir tanto a Dios como al hombre. Que "Dios se acuerde de alguien" quiere decir que Dios obre en favor de él. Así en el Génesis 8,1:"Dios se acordó de Noé y de todos los animales que estaban en el arca," expresa que Dios hizo cesar el diluvio teniendo en cuenta la promesa hecha a Noé. "Acuerdate de mí", que tantas veces aparece en los salmos, indica que Dios tenga presente al hombre y lo salve de los peligros y dificultades. Cuando se refiere a hechos gloriosos y pasados entre Dios y el hombre quiere decir que Dios renueve  o haga activa la promesa o la realidad. En el cántico de Zacarías, que anuncia el comienzo de la era mesiánica, se pide a Dios que se acuerde de las promesas hechas en la Alianza. (23)

Desde la Biblia, este sentido pasó a la liturgia y en el rito de la Pascua, la memoria o el recuerdo del nombre de Yahvé era inseparable de la misma, porque Dios había iniciado su intervención en favor de Israel revelando a Moisés su nombre "Yahvé" (Ex.3,14-15), que sería para siempre un memorial, esto es, el medio para invocar todos sus beneficios: "Este es mi nombre para siempre, así me recordarán de generación en generación." (Ex.3,15)

Por tanto, el rito memorial, por excelencia, del pueblo judio era el rito pascual. Esta memoria pascual, repetida periódicamente, de una parte, provoca el agradecimiento del pueblo a Dios por la salvación recibida, y por otra, en cuanto institución divina, obliga a Dios a "acordarse", esto es, a revivir y renovar los prodigios hechos en favor de su pueblo, según las palabras del salmo 111,4-5: "Ha hecho maravillas memorables, el Señor es compasivo y misericordioso: Da alimento a los que le honran, acordándose siempre de su alianza."

La comprensión bíblica de la pascua como memorial es el sustrato que está en la base conceptual e institucional de las palabras de Jesús: "Haced esto en memoria mía" (Lc.22,19; 1Cor.11,24-25), que San Pablo comenta en concreto: "Así, pues, siempre que coméis de este pan y bebéis de este cáliz, anunciáis la muerte del Señor hasta que él venga" (1Cor.11,26). La Eucaristía será para los creyentes en los siglos venideros el "memorial" de la obra redentora de Cristo.

De esta forma, la categoria bíblica de "memorial", fundiéndose con la categoria, también bíblica, del signo profético, del que  hablaremos enseguida, ayudan a comprender mejor la realidad de la Eucaristía, como memorial de la Pascua de Cristo.

Quiero terminar este apartado añadiendo que la pascua judia no solo era memorial de una liberación pasada que Dios hace presente sino que después del exilio miraba cada vez más al futuro. Ello era debido a que los profetas contemplaban la venida de un  nuevo Moísés. Habrá un nuevo éxodo, una nueva pascua. La potencia salvadora despleganda por Dios en el pasado es garantìa de la esperanza mesiànica en el futuro.

SEGUNDA PARTE

I.- NUEVO TESTAMENTO: JESUCRISTO, NUEVA PASCUA, NUEVA ALIANZA

A) EL CONTEXTO DE LA PASCUA CRISTIANA

Entramos ya en el Nuevo Testamento. La Eucaristía es una maravilla que podría parecer increible si no estuviera garantizada por la transmisiòn fiel de los evangelios y de Pablo. Aquí están las bases de toda la comprensión del misterio eucarístico. Y lo primero será comprobar ciertamente que Cristo instituyó la Eucaristía en un contexto pascual, es más, la mayoria de los autores avalan que lo hizo en el marco de la cena pascual judía.(24)

Ateniéndonos a los sinópticos, Jesús celebró la última cena "el primer día de los Azimos", la noche del 14 al 15 de Nisán, al ocaso del sol; por consiguiente, fué una cena pascual judía y todos los acontecimientos de la pasión tuvieron lugar del 14 al 15. Sin embargo, según el evangelio de Juan(Jn.13,1.29; 18,28) Jesús muere el día 14, pues ese día los corderos eran inmolados en el templo y, puesto el sol, se comía la cena pascual. Según S. Juan, Jesús adelantó la cena veinticuatro horas y los acontecimientos de la pasión tuvieron lugar del 13 al 14. Lógicamente se han dado intentos de armonización entre los sinópticos y Juan, pero no podemos detenernos mucho tiempo en este aspecto. En lo que no hay duda ni discusión alguna es que la última cena se celebró en un marco y contexto pascuales. Es más, para los sinópticos es totalmente cierto que la última cena fue la cena pascual judia y que en ella Cristo instituyó la Eucaristia. "El primer día de los Azimos, cuando se sacrificaba el cordero pascual, le dijeron a Jesús sus discípulos: ¿Dónde quieres que vayamos a prepararte la cena de Pascua?(Mc.14,12). Los días de los panes sin levadura eran siete y el primero empezaba la tarde del día 14. En aquella tarde, entre la hora 15 y la puesta del sol, debía de sacrificarse el cordero en el templo (Mt.26,17).

Las expresiones de Jesús- "preparar la pascua" "comer la pascua"- lo confirman: "¿Dóde está la habitación en que voy a comer la Pascua con mis discípulos?" (Mc.14,14). Mateo subraya que las directrices del Maestro se siguieron fielmente: "Los discípulos cumplieron las instrucciones de Jesús y prepararon la Pascua"( Mt.26,19). No sólo el término usado- "pascua"- indica indudablemente la cena pascual, sino el cuidado particular, con que Jesús da las instrucciones, confirma la naturaleza pascual de la comida, corroborada por el mismo testimonio de Jesús: " Ardientemente he deseado comer esta pascua con vosotros antes de padecer..."(Lc.22,15). (25)

Hay además una convergencia de detalles en la misma celebración de la cena que avalan esta afirmación explícita de los evangelios. JOAQUÍN JEREMÍAS lo demuestra con una incomparable finura de análisis y con una irrefutable abundancia de pruebas, que solo un especialista puede elaborar gracias a su meticulosa precisión, a veces demasiado sutil, y a su extraordinario conocimiento de fuentes rabínicas. He aquí un resumen:(26)

-- Se menciona que la última cena tuvo lugar en Jerusalén y sabemos que la fiesta de pascua desde el año 621 a. C. había dejado de ser una fiesta doméstica para convertirse en una fiesta de peregrinación a Jerusalén.

-- Se utiliza un local prestado(Mc.14,13-15), según la costumbre judía de ceder gratuitamente a los peregrinos ciertos locales.

-- Jesús come en esta ocasión con los Doce; la celebración de la pascua exigía la presencia, al menos, de diez personas.

-- Tiene lugar al atardecer y recostados sobre la mesa, como se hacía en aquel tiempo, y no sentados.

-- El hecho de que Jesús parta el pan durante la cena("mientras comían"Mc.14,18-22) es significativo, pues en una comida ordinaria se partía al principio.

-- El vino rojo era el propio de la cena pascual.

-- El himno que se canta(Mc.14,26;Mt.26,30) era el himno Hallel,que se recitaba en la cena pascual.

-- Jesús anuncia durante la cena su pasión inminente y sabemos que la explicación de los elementos especiales de la comida era parte integrante del rito pascual.

-- Al añadir el tema del memorial: "Haced esto en memoria mía," especifica que la cena se celebraba en el ambiente pascual, y el Maestro se ha servido de él para instituir el nuevo rito como memorial de su sacrificio.

No hay que maravillarse, por tanto, de que ya en el siglo IV Efrén el Sirio, aludiendo a las notas de la cena pascual de

Cristo, entonara esta bienaventuranza: "Dichosa eres tú, oh noche última, porque en tí se ha cumplido la noche de Egipto. El Señor nuestro en tí ha comido la pequeña pascua y se convierte él mismo en la gran Pascua.... He aquí la pascua que pasa y la Pascua que no pasa. He aquí la figura y he aquí su cumplimiento". (Himnos sobre  los ázimos, citado por U.NERI, o. c. p.90)

Para comprender mejor la institución de la Eucaristía como memorial de la Pascua de Cristo dentro de la pascua judia podríamos añadir el paralelismo entre los ritos de la pascua hebrea y los gestos de Jesús en esta noche:

-- El banquete se iniciaba con la bendición inicial: se llenaba el primer cáliz y ,sobre él, el padre de familia, o el más anciano del grupo, recitaba la bendición o alabanza a Dios por la fiesta y todos bebían.

-- Después de lavarse las manos, se traían las hierbas o lechugas amargas y se mezclaban en la salsa. Se comía una parte. Entonces se traía el cordero con el pan ázimo, pero no se comìa.

--Se llenaba la segunda copa de vino y se explicaba el simbolismo de los alimentos: el cordero recordaba la liberación de Egipto; los ázimos, la prisa de la salida; las hierbas amargas, la amargura de Egipto. Después se cantaba la primera parte de Hallel(Salmo 112-113,8). Entonces todos bebían.

-- Se lavaban de nuevo las manos y el padre de familia tomaba el pan y lo bendecía, lo partía y daba un trozo a cada uno de los presentes.

-- Después se comía el cordero con el pan ázimo y ya no se tomaba más alimento. Se lavaban de nuevo las manos.

-- Se llenaba luego la tercera copa, llamada de la bendición porque el padre recitaba la bendición sobre ella y se bebía.

-- Se llegaba así a la cuarta copa y se recitaba la segunda parte del Hallel(113,118). Se bebe esta copa y terminaba la cena pascual.Este rito pascual fué seguido por Jesús en la última cena, como luego veremos.

B) LOS TEXTOS DE LA INSTITUCION DE LA EUCARISTIA     

1.- El testimonio de Pablo en su primera carta a los Corintios es el más antiguo; la carta fue escrita en torno al año 56-57, siendo anterior a los evangelios. "Porque yo he recibido una tradición, que procede del Señor y que a mi vez os he transmitido: Que el Señor Jesús, en la noche en que iban  a entregarlo, tomó pan y, pronunciando la acción de gracias, lo partió y dijo: esto es mi cuerpo, que se entrega por vosotros: Haced esto en memoria mía." (1Cor.11,23-25) 

El contenido de la acción de Jesús está perfectamente explicitado no solo por sus palabras sino también por sus gestos.(27) El Señor Jesús, en la noche en que iban a entregarlo, con un gesto profético anticipa el hecho de su muerte mediante el pan que se convierte en su cuerpo entregado por todos y

repartido entre los apóstoles. El cuerpo ofrecido y la sange derramada es la nueva alianza en su sangre, no en la del cordero.

El es el nuevo cordero y la nueva alianza. Este es el significado esencial de esta cena pascual para Pablo: "Cada vez que coméis  este pan y bebéis de este cáliz, anunciáis la muerte del Señor hasta que vuelva." (1Cor. 11,26) El Señor vuelve en la resurrección, que inaugura los bienes escatológicos para todos.

"He recibido del Señor" significa para Pablo que no depende en el origen de esta verdad de sí mismo, de su conocimiento particular, sino que ha recibido una tradición que Jesús mismo originó y realizó con sus palabras y gestos en la última cena. El transmite aquella tradición a los Corintios con la plena conciencia de que el valor de la tradición estaba  garantizado no sólo por el recuerdo sino por la autoridad misma de Cristo, que había instituido la Eucaristía.

En la misma carta, Pablo vuelve a recurrir a la autoridad de la tradición en otra verdad fundamental de la fe cristiana: la muerte y resurrección del Señor: "Porque lo primero que yo os transmití, tal como lo había recibido, fue esto: que Cristo murió por nuestros pecados, según las Escrituras."(15.3-4) Para Pablo como para todo creyente, sin resurrección de Cristo no hay cristianismo."Vana es nuestra fe".(1Cor.15,17) Todo lo que Cristo dijo e hizo es verdad porque él ha resucitado y la resurrección de Cristo arroja luz de verdad sobre toda su persona- hechos y dichos- desde su nacimiento hasta su muerte. Es el Hijo de Dios encarnado. Pues bien, Pablo quiere quedar bien claro que estas dos verdades esenciales de la fe cristiana, las ha recibido de la tradición de la Iglesia y en ella se apoya. Este apoyo en la tradición sobre la eucaristía, lo pone directamente en el Señor: "Porque yo he recibido una  tradición, que procede  del Señor y que a mi vez os he transmitido..."(11,23); en cambio,en la resurrección, atestigua simplemente la tradición: "Porque lo primero que yo os transmití, tal como lo había recibido..."(15,3)

Esta orden está también recogida en el Evangelio de Lucas para la consagración del pan (Lc.22,19), mientras que en Pablo se repite en la consagración del pan y del vino. Los Apóstoles comprendieron que la intención de Jesús abarcaba tanto al pan como al vino, con la invitación de comer su cuerpo y beber su sangre. En ambas consagraciones, Jesús sigue el rito del pan y del vino en la pascua judia, pero transformando radicalmente su significado y contenido, como sabemos por la comprensión de los apóstoles. La nueva pascua se hará en conmemoración de Cristo.

MEMORIAL

Al decir en el contexto de la pascua judia: "haced esto en conmemoración mía" tanto Jesús, que las pronuncia, como los apóstoles, que las escuchan, comprenden perfectamente el sentido y alcance del mandato. Jesús quiere hacer de la Eucaristía un memorial bíblico. El memorial es definido por su realidad objetiva, no meramente subjetiva. La pascua hebrea era esto, revivir la realidad del éxodo para reforzar la alianza. Con la Eucaristía, Jesús ha instaurado un nuevo memorial pascual de lo realizado por él en la Ultima Cena. El, con su soberanía divina sobre el tiempo y la eternidad, podía hacer presente lo que aconteció aquella noche en el pan y el vino.

"Debemos observar, por otra parte, que la invitación "Haced esto" no puede esconder la verdad más fundamental de la iniciativa y de la acción divina en la Eucaristía: a través de la mediación de Aquel que "hizo esto", es Cristo quien actúa; es él quien se ofrece y se da.... Haciendo presente este yo de Cristo a través del don de su cuerpo y de su sangre, la Eucaristía realiza su función de memorial. Este memorial es rico de un pasado que se consumó en el ofrecimiento heróico del "yo" sacrificado en beneficio de todos." (28)

2.- LOS TESTIMONIO EVANGELICOS

Además del testimonio de Pablo sobre la institución de la Eucaristía, tenemos los tres evangelios de Marcos, Mateo y Lucas, fundamentalmente coincidentes en referir los gestos y palabras de Jesús, aunque ofrezcan algunas notas distintivas. En concreto, se pueden distinguir dos formas de narración,  que han sido afirmadas independientemente una de la otra: por una parte, la forma narrada por Marcos y seguida por Mateo; por otra, la forma narrada por Pablo y que ha influido sobre el relato de Lucas. La versión de Marcos y Mateo es más semítica, por eso parecen más cercana al origen, más literalmente fiel a las palabras pronunciadas por Jesús.

 Sin embargo, la versión de Pablo no está garantizada con menor solidez, en su fidelidad esencial a la tradición de la que proviene, que es la cultura y el lenguaje del ambiente griego. Esta versión trae un mandato de reiteración:"Haced esto en memoria de mí.."  para el pan y el vino, que ha podido ser referido sólo porque provenía de Jesús mismo. Este mandato no ha sido tomado en Marcos y Mateo, probablemente porque en su tradición se daba por descontado; la Eucaristía podía ser celebrada sólo reproduciendo lo que había hecho Cristo en la Ultima Cena. Queda el hecho de que sobre este punto la tradición relatada por Pablo es más completa, más integramente fiel al acontecimiento y a las palabras pronunciadas por Jesús. No se trata, por tanto de acoger una forma de narración de la institución como si fuera la única válida. Las cuatro narraciones nos ayudan a encontrar mejor el origen y contenido auténtico de la Eucaristía; cada una tiene su valor y ambas formas de tradiciones están influenciadas por el estilo breve y sucinto del uso litúrgico. Y precisamente a la liturgia debemos que las palabras institucionales de Cristo se hayan conservado fieles al núcleo fundamental. (29)

Veamos ahora las variantes principales que se dan entre ambas versiones: (30)

-- La versiòn de Marcos y de Mateo tienen una invitaciòn explícita a comer: "Tomad"(Mc), "Tomad y comed"(Mt.). La narración de Pablo y de Lucas no lo expresa explicitamente pero está inplícita al decir: "Esto es mi cuerpo", para comer.

-- Tanto Pablo como Lucas precisan que Jesús consagró el vino "Después de haber cenado", mientras que Marcos y Mateo sostienen que Jesús instituyó la Eucaristía "Mientras comían", sin precisar el momento.

--Lucas y Pablo, en la bendición referente al pan, usan la fórmula "habiendo dado gracias", en lugar de "habiendo bendecido", como dice la otra versión.

-- Marcos y Mateo traen la fórmula "esto es mi cuerpo"más exactamente, "esto, mi cuerpo", mientras Pablo añade:"que es dado por vosotros"; y Lucas, "que por vosotros es entregado."

-- En la consagración del cáliz es donde aparece la diferencia más notable entre ambas. Marcos y Mateo ponen como predicado la sangre: Esta es la sangre de la alianza, que es derramada por los muchos", mientras que Pablo y Lucas colocan como predicado la alianza y sólo indirectamente hablan de la sangre: "Este cáliz es la nueva alianza en mi sangre." La primera es más parecida a la del Exodo. "Esta es la sangre de la alianza....."

-- Mientras que Pablo se limita a afirmar la presencia de la sangre, Mateo precisa "derramada por muchos", ofrecida en sacrificio.

-- En ambas versiones la sangre de Cristo es sangre de alianza. Jesús entendía que había llegado la hora de una nueva alianza. Las antiguas habían sido figuras de la definitiva. Habían sido eficaces en vistas a Cristo, de quien eran profecia.

-- La expresión "Para la remisión de los pecados" es exclusiva de Mateo, en la fórmula de la consagración del vino. Indica más claramente la finalidad de su sangre. Se trata de un sacrificio expiatorio para obtener el perdòn de los pecados. La Eucaristía es más fuerte que el pecado del mundo, porque renueva la victoria de Cristo sobre las fuerzas del mal.

-- Marcos y Mateo no traen las palabras "haced esto en memoria mía", que en Pablo y en Lucas vienen tras la consagración del pan y en Pablo también tras la consagración del vino. Estas palabras pertenecen al núcleo primitivo histórico, porque el memorial tenía una función decisiva en el contexto pascual y porque la ausencia de este elemento en Marcos no es prueba alguna contra su autenticidad histórica, ya que " una rúbrica no se recita, sino que se ejecuta."(31)

C) SIGNIFICADO DE LAS PALABRAS DE CRISTO

Veamos ahora el significado que Cristo dió a sus palabras y gestos institucionales, primero en sus elementos particulares y después en su significación general.

1.- SIGNIFICADO PARTICULAR.

"Habiendo bendecido, tomó el pan en sus manos y lo partió diciendo: "Tomad y comed, esto es mi cuerpo", "por vosotros" añade Pablo; "entregado", Lucas. Si antes hemos mencionado los elementos esenciales y el rito de celebración de la pascua judía es para que ahora comprendamos mejor y en su sentido pleno los gestos y las palabras de la institución de la pascua de Cristo. Jesús toma en sus manos el pan y bendecía como hacía el padre de familia en la pascua judía. "Tomad y comed", porque Jesus quería expresar la unión íntima entre comunión y sacrificio, quería darse como comida pascual. "Esto" (touto) referido tanto al cuerpo como a la sangre indica que El no sólo hace la ofrenda sino que es realmente la persona ofrecida. "es" (touto estín)"esto es"; esta cópula no aparece en hebreo, puesto que en esta lengua el valor copulativo está implícito. "Mi cuerpo": el texto griego usa el término "soma". "Entregado" y "derramada" son participios que, según J. Jeremías, tanto en hebreo como en arameo, son intemporales, ya que su tiempo se determina por el contexto. En nuestro caso habría que traducir: es la sangre que  será derramada en la cruz. La preposiciones "Por", en griego "iper" o "peri", es una clara alusión al sentido expiatorio que Cristo da a su muerte, como en cualquier sacrificio expiatorio de Israel. "El cual se entregó("iper emon") "por nosotros" a fin de rescatarnos de toda esclavitud: Tit.2,14.

"Esta es la sangre de la alianza". Jesús utiliza aquí la copa tercera o copa de bendición y la pone en relación directa con su sangre, que derramará en la cruz. Se trata de la sangre que sellará la nueva y definitiva alianza en sustitución de aquella con que Moisés selló la antigua (Ex.24,8). Sobre los términos "esta", "derramada", remitimos a lo dicho a propósito del pan.

"Haced esto en memoria mía": con estas palabras Jesús expresa su clara intención de que los apóstoles y sus sucesores deben repetir este rito, este memorial eucarístico instituido por él. Estas palabras las pronunció ciertamente. Si no aparecen en Mateo y Marcos es debido al hecho mismo de estar repitiéndose continuamente lo establecido por Jesús, de estar realizándose lo que mandó Jesús.

Llegados a este momento estamos ya en condición de entender la Eucaristía como memorial de la Nueva Pascua y de la Nueva Alianza instituida por Jesucristo. Pero sin olvidar por ello que la distancia entre el memorial del AT. y del NT. es infinita, como afirma DURWELL (32). En la Eucaristía, Jesús sustituye el antiguo memorial por el memorial de la nueva pascua que realiza en su muerte y resurrección. Lo afirma claramente Pablo: "Porque cuantas veces comiéreis este pan y bebiéreis este cáliz, anunciais la muerte del Señor hasta que venga" (1Cor. 11,26).

SIGNO PROFETICO Y MEMORIAL

Para comprender el significado total de lo que Cristo instituyó en la última cena, no basta con la significación particularizada de las palabras institucionales. Hoy día se recurre frecuentemente al concepto de signo profético  como clave de comprensión de lo que Jesús hizo. Cristo anticipó proféticamente sobre el pan y el vino su sacrificio en la cruz. Es un aspecto añadido al memorial: de la misma manera que el memorial veterotestamentario hacía de algùn modo presente la acciòn salvadora de Dios en el pasado, así el Señor,que instauró la cena en el contexto pascual, anticipa el misterio de su muerte en la última cena.

JOSÉ ESPINEL hace tres años publicó un volumen, ampliación de otro anterior, sobre la Eucaristía como acción profética (33).

Resumiendo diríamos, que, para comprender lo que es un signo o acción profética, empezaríamos por explicar lo que es una parábola en acción. Es un gesto que fundamentalmente se dirige a la inteligencia para hacerle comprender lo que se anuncia y que se realizará en el futuro. Es, por ejemplo, el episodio de Saúl cuando hizo pedazos a dos bueyes y mandó estos trozos ensangrentados a todas las regiones de Israel por medio de mensajeros para decirles: "esto les sucederá a los bueyes de todo el que no siga a Saúl y Samuel"(1Sam. 11,7).

El signo profético, sin embargo, es mucho más porque no se mueve sólo en el nivel del conocimiento, sino en el nivel de la acciòn. Es un hecho o gesto que hace ya presente lo que dice, anticipa el acontecimiento y produce el juicio salvador o punitivo de Dios. Por ejemplo: cuando Jeremías pone un yugo sobre su cuello para significar que una nación extranjera se va a apoderar de Jerusalèn, los falsos profetas se lo quitan inmediatamente para que no se realice la invasión. Veìan en el gesto el comienzo de la tragedia.

Después de todo lo dicho, lo que Jesús hace en la última cena podría bien ser calificado de gesto profético. Todo lo que sucederá el día siguiente en su persona, con su cuerpo destrozado y su sangre derramada, es anticipado por él en aquella mesa. Las palabras que acompañan al gesto de Jesús no sólo hacen presente su muerte sino que explican su sentido salvífico en el plan de Dios. Esta muerte es la verdadera y definitiva pascua, el único y verdadero sacrificio de expiación, la nueva alianza.

Los apóstoles, conocedores del lenguaje de los profetas, no tuvieron dificultad en entender y comprender que lo que Jesús hacía aquella noche era un gesto profético, una palabra divinamente eficaz, que realizaba lo que decía. Comprendían que el acontecimiento redentor estaba ya presente en la acción de Jesús. El signo profético y el memorial son dos conceptos correlativos: uno actualiza anticipando y el otro recordando. Jesús, en la última cena, no quiere darnos una catequesis, una enseñanza teórica, sino que anticipa verdadera y realísticamente el misterio de su pasión y muerte. La Eucaristía, que celebra ahora la Iglesia, es el memorial, que, "recordando", hace presente el misterio realizado por Jesús en la cena.

Jesús, aquella noche, no se limita a pronunciar sobre el pan y el vino la bendición sino que los pone en estrecha relación con la suerte de su cuerpo y sangre en la cruz, dándole el mismo

sentido sacrificial que compete a su muerte. Cristo es, pues, la víctima pascual que sustituye al cordero inmolado en el templo. Es el nuevo Cordero en el que se realiza la nueva y definitiva pascua de liberación sobre el mundo. (34) Y esta interpretación es la de San Pablo en 1Cor. 10,6: "La copa de bendición que bendecimos, ¿no es acaso la comunión en la sangre de Cristo? Y el pan que partimos, ¿no es acaso comunión con el cuerpo de Cristo?

Por tanto, el Señor, en el marco de la pascua judia, da a los suyos su cuerpo y su sangre: cuerpo y sangre que se inmolarán en la cruz históricamente y hará a los suyos beneficiarios de los frutos de la salvación. En consecuencia, si esta comida sacrificial encierra la presencia de la víctima, podemos y debemos entender en sentido plenamente real las palabras de Cristo: "Esto es mi cuerpo, esto es mi sangre". Es la presencia de la víctima, requerida en esta comida sacrificial que nos hace partícipes del sacrificio de Cristo en la cruz, la que da al verbo ser toda su plenitud de sentido.

Resumiendo:Una vez examinados los pasajes del NT. sobre la Eucaristía, vemos en ella la condensanción de las profecías y figuras del Antiguo. Los temas de la Alianza antigua se concentran en ella: pascua, alianza en la sangre, banquete, memorial.... Todos ellos son sintentizados de forma admirable en el gesto más sencillo que se pueda imaginar: un poco de pan y de vino que Jesús pone, en el marco de la cena pascual,en conexión con su muerte en la cruz.

La eucaristía es, por tanto, la renovación del sacrificio de la cruz en el que se nos da a comer la víctima pascual en banquete de comunión. Es, asimismo, prolongación de la encarnación y prenda de resurrección en el Espíritu, pues comemos a Cristo resucitado que nos hace partìcipes de los bienes escatològicos: "Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección, ¡Ven, Señor Jesus!" La Escritura presenta la Eucaristía en toda su inabarcable riqueza; riqueza que la Tradición tendrá que ir desglosando poco a poco para poder comprenderla y asimilarla. Este misterio de la Pascua redentora de Cristo se hace presente en cada misa, en cada celebración litúrgica de la Eucaristía.

Pero ¿Cómo se hace presente? Esto es algo que el texto bíblico no precisa. Sólo afirma que allí está el cuerpo y la sangre de Cristo, Cristo mismo, inmolado y sacrificado. ¿Còmo se renueva ahora sobre el altar el sacrificio de Cristo? ¿Es renovación, representación, presencialización? Esta respuesta es ahora ocupación de la teología y la reflexión de la Iglesia y este empeño constituirá la última parte de nuestro trabajo. Para no alargarnos, no voy a enumerar aquí todas las explicaciones que se han dado a lo largo de los siglos; sólo voy a seguir la senda más recta que nos ha conducido hasta la que actualmente  considero màs concorde con la tradición  bíblica, patrística y eclesial.(35)

TEORIA SACRAMENTAL

Decíamos que el Señor está ahí inmolado  y sacrificado por nosotros, dándose en comida para todos. Pero queremos saber ¿Còmo está ahí presente, de qué forma podemos explicar esto?

En nuestros días, la teología ha ido abandonando poco a poco el método de recurrir a una noción general de sacrificio para aplicarla luego a la Eucaristía, demostrando de esta forma que es sacrificio. En los textos de teología de los años anteriores al Vaticano II se pueden ver un sinnumero de opiniones a este respecto, que ahora ya no se exponen por considerarlas superadas.

Conscientes de la unicidad del sacrificio de Cristo en la cruz y en la eucaristía, provistos del mejor conocimiento de la tradición de la Iglesia y de su celebración litúrgica, los teólogos de hoy recurren a la idea fundamental de que el único sacrificio de Cristo en la cruz se hace presente "in Sacramento", "in mysterio". Según esto, el sacrificio eucarístico se realiza y tiene lugar en el plano de la causalidad sacramental, la cual no se limita a significar el hecho o la acciòn de Cristo sino que  la hace presente en el hecho significado. La Eucaristía es el sacrificio de la cruz sacramentalmente presente en el hoy y en aquí de la Iglesia. Afirma ALEXANDER GERKEN: " En su existencia de resucitado, Cristo posee, en virtud de su obediencia, el poder sobre los tiempos, es decir, el poder de situar su inmolación en el presente de los que creen en él." (36) El sacrificio eucarístico no significa  o hace tan solo presente  la gracia salvadora de la cruz, sino que hace presente a Cristo sacrificado, fuente de la misma gracia.

El sacrificio histórico de Cristo, como tal hecho histórico, tuvo lugar en unas coordenadas determinadas de tiempo y espacio que hoy se superan, afirma O.Casel, mistéricamente, es decir, por la celebración litúrgica de los misterios cristianos. (37) Segùn esto, cada Eucaristía hace presente el mismo misterio de Cristo, la misma realidad y los mismos sentimientos y actitudes de entrega e inmolación que tuvo y que son irrepetibles; sólo fué crucificado y murió una y única vez, y todo esto y único es lo que él hace presente sobre el altar, superando los límites temporales e históricos, como Señor del tiempo y eternidad. Y lo puede hacer así, porque la realidad que hace presente ya está en realidad eternizada y la hace presente no de forma temporal e histórica sino sacramental, metahistóricamente, por un sacramento que actualiza, presencializa y contiene en toda su fuerza salvadora el mismo sacrificio de la cruz, hecho presente, por cada celebración eucarística, sacramentalmente.

Cristo, como realidad típica y primordial, trasciende ya los límites del tiempo y del espacio, y eternizado, eterno presente,  tiene el poder de hacerse presente-eterno en el hoy y el aquí de la Iglesia peregrina y escatológica a la vez. Los sacramentos no sólo producen la gracia que significan, sino que hacen presente a Cristo perdonando, bautizando, consagrando..... Cristo es el que bautiza y solo él puede perdonar los pecados. Toda la liturgia, especialmente la eucarística, hace presente en memoria-sacramento-misterio el mismo hecho ya eternizado, porque Jesús ya es el Cristo, el Señor del cosmos y sus leyes. La eternidad contiene el tiempo pero no se mueve ni existe en él sino trascendiéndolo. En cada celebración litúrgica eucarística  es como si se cortase con las tijeras del poder divino no sólo el hecho evocado y significado actuando eficazmente, sino que se hace presente Cristo con toda su existencia encarnada, que fue ofrenda victimal y obedencial al Padre desde el comienzo de la misma: "Padre, no quieres ofrendas ni sacrificios... aquí estoy para hacer tu voluntad"(Hbr.10,5); consumada luego en su pasion y muerte y aceptada por el Padre en la resurrección, por la consagración: Esto es mi cuerpo entregado... esta es mi sangre derramada," la hace contemporánea a los testigos presentes, nosotros, reproduciendo así todo su misterio  existencial, significado y expresado especialmente con su muerte y resurreción.

La Eucaristía contiene todo el misterio de Cristo, todo lo que Cristo encarnó y resucitó en vida nueva para todos, dando así la oportunidad a los hombres de todos los tiempos de ser testigos y beneficiarios de su misterio salvador, de su persona, de sus sentimientos, de su intimidad, de rozarlo y tocarlo... Y todo esto, porque Cristo ha transcendido ya la historia y el espacio. Es el Cristo celeste el que vive y ofrece en sacrificio eterno su inmolación pascual, que fue de toda su vida, pero significado y realizado especialmente en su pasión, muerte y resurrección. La irreversibilidad de las cosas temporales queda superada por el poder de Dios, que es en sí eternidad incrustada en el tiempo. Si es cuestión de poder, Dios lo tiene.

EL SACRIFICIO DE LA MISA ES EL MISMO DE LA CRUZ. La carta a los Hebreos nos enseña que el sacrificio de Cristo en la cruz es único y definitivo sacrificio de expiación por los pecados. No hay otro. El problema está, como hemos dicho, en mostrar cómo un sacrificio que tuvo lugar hace dos mil años se hace presente aquí y ahora. Creo que la respuesta está en la misma carta. El sacrificio  de Cristo ha sido ofrecido "de una vez para siempre" (Hbr.10,11-14), y en esa única vez ha sido aceptado por el Padre y mantiene esa presencia única, definitiva y escatológica, que perdura de forma gloriosa en el cielo y se hace presente por la consagración en la tierra.

El sacrificio ya aceptado por el Padre, mediante la resurrección y ascensión y colocación a su derecha, en sacrificio celeste que perdura eternamente presentado por Cristo ante el Padre, hecho intercensión y ofrenda agradable, con las llagas ya gloriosas, es el que se hace presente sacramentalmente- "in mysterio"-, sobre el altar,- no otro ni una representación del mismo- velado  sí por el pan y el vino y las leyes intramundanas, pero el mismo y único. Y es así cómo Jesús se presenta a nosotros y resucita para nosotros en la visibilidad de este sacramento. La Eucaristía es una forma permanente de aparición pascual, signo

visible de las realidades invisibles, como lo ha expresado muy bien JUAN PABLO II en la Carta Apostólica "DIES DOMINI",nº 75.

Al resucitar a su Hijo, el Padre "hace habitar en él corporalmente toda la plenitud de la divinidad..."(Col. 1,19;2,9)  y realiza de este modo la salvaciòn en totalidad escatológica, sin que tenga que añadirse nada en adelante para completarla. En la resurrección y en virtud de la muerte filial(Flp.2,8ss) es donde Cristo recibe el título de Señor (Rom.10,9ss): nombre de la omnipotencia escatológica. La realidad escatológica, lo último ya está presente en la Eucaristía: "Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección,¡ven Señor Jesús! Por la Eucaristía viene el esjatón, el final, Cristo eterno y glorioso, consumado  está viniendo...No puedo pararme por ahora más en este aspecto poco tratado. Por la Eucaristía se hace presente la escatología, el Cristo que juzga al hombre y la historia....La pascua es el día del Señorío, el de la revelación última, (Jn.8,28), el de la resurreciòn de los muertos(Rom.1,4), del del juicio final(Fn.12,31), el de la salvación total: es el día del Señor, el último día. Todo esto hemos de tenerlo en cuenta si queremos captar el sentido pleno y total de la Eucaristía, memorial de la pascua de Cristo, que por su muerte y resurrección nos ha "pasado" ya al Padre y desde allí, por la celebración litúrgica, viene al lado de los suyos, y haciéndose  presente como realidad y salvación escatológica, comunica a los creyentes los frutos últimos y definitivos ya conseguidos que son él mismo: El mismo y único que nació, predicó, caminó por la tierra, cenó en Betania... murió y resucitó, el cordero inmolado y glorioso ante el trono de Dios Trino y Uno: El Cristo glorioso y escatológico, el VIVIENTE del Apocalipsis, que nos dice en cada eucaristía: "No temas nada. Yo soy el primero y el último. El viviente. Estuve entre los muertos, pero ahora vivo para siempre" (Ap.1,18)

Esto es lo que se hace presente en la Eucaristía. ¿Cómo? Como memorial profético, en virtud del mandato : "Haced esto en memoria de mí." La fe me asegura que Cristo está presente en la eucaristía, como está en la cena, está en la cruz y está en el santuario celeste. Está realizando integramente todo su misterio de salvaciòn y presencializándolo en el aquí y ahora aunque no podemos explicarlo plenamente. Por la fe sé que está  y lo realiza ciertamente. Y esto es lo más importante. La fe lo ve, porque la fe es participación en el conocimiento que Dios tiene de sí y de las cosas y aunque yo participo de ese conocimiento, no lo puedo ver como El. Dios me desborda en todo, en el ver y comprender. La vivencia, el conocimiento místico, sin embargo, tiene su fuente de conocimiento en el amor. San Juan de la Cruz afirmará muchas veces que es una forma de conocer más plena que por via del entendimiento, porque en la "noticia amorosa", en la "sabiduria de amor" de la vivencia, tocando y haciéndose una realidad en llamas con el objeto amado, percibe mejor la realidad y sus latidos. Los verdaderos místicos son los exploradores que Moisés envió delante a explorar la tierra prometida, para que anticipándose en su contemmplación, volvieran luego cargados de frutos para explicarnos su hermosura y animarnos a conseguirla. Es otra forma de conocer el objeto, también humana,lógica,espiritual. "... pues qunque a V.R. le falte el ejercicio de la teología escolática con que se entienden las verdades divinas, no le falta el de la mística, que se sabe por amor, en que no solamente se saben, más juntamente se gustan."(38)

Por esto, el teólogo no puede habitar en dos mundos separados, cada uno de los cuales exija certezas contrarias en donde la afirmación dela fe no pueda ser aceptada por la razón.

La teología es la luz de la fe que intenta extenderse al terreno de la razón, a fín de que el hombre se haga creyente por entero. La teología es un apostolado hacia dentro, con una misión hacia dentro: evangelizar la razón, llevándola a acoger el misterio ya presente en la Iglesia y en su corazón de creyente que también conoce por el amor. El conocimiento a los místicos le viene por el amor que se pone en contacto directo mediante la vivencia con el objeto amado y no encuentra tantos límites como la razón para captarlo. "Deshacemos sofismas y toda altanería que se subleva contra el conocimiento de Dios y reducimos a cautiverio todo entendimiento para obediencia de Cristo" (2Cor.10,4s).

Dios, que resucita a Cristo por el poder y la gloria del Espíritu Santo, es el Señor de la teología católica. El señorío de Cristo no violenta a la inteligencia que razona, forzándola a acoger unas verdades ininteligibles. No la humilla sino que la salva de sus estrecheces, haciéndola humilde, capaz de Dios como María, que acoge la Palabra Dios sin comprenderla. La teología es esclava de la fe y de los fieles, no señora; no tiene que "dominar sobre la fe, sino contribuir al gozo" de los creyentes.(Cf.2Cor. 1,24)

 Ante los propios misterios, la teología ha de ser modesta y llena de discreción. Sería un sacrilegio y una ingratitud empeñarse en desgarrar el velo bajo el que se revela el Señor, cuando es ya tan grande la condescendencia de aquel que se da a conocer de este modo. Para seguir siendo discreta y sumisa la teología tendrá que imitar el repeto emocionado de los apóstoles ante la aparición del Resucitado en la orilla del lago: "Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: ¿quién eres tú? Ya sabían que era el Señor" (Jn. 21,12).  Por consiguiente,no buscará evidencias racionales para eludir la obligación de creer; no preguntará: <<¿ Es verdad lo que dice el Señor?, sino <<Señor, ayúdanos a comprender mejor lo que dices>>. (39)

La Eucaristía puede estudiarse desde fuera, partiendo de los elementos visibles que la constituyen o desde dentro, partiendo del misterio del que es sacramento-memorial. Aquí es donde vale el axioma: "lex orandi, lex credendi". Aquel que es para siempre la Palabra, Jesucristo, la biblioteca inagotable de la Iglesia, su archivo inviolable condensó toda su vida en los signos y palabras de la Eucaristía: es su suma teológica. Para leer este libro eucarístico que es único, no basta la razón, hace falta el amor que haga comunión de sentimientos con el que dijo: "acordáos de mí", de mi amor por vosotros, de mis sentimientos, de mis deseos de entrega, de mis ansias de salvación, del pan en mis manos temblorosas.... (40)

Sin esta comunión personal de sentimientos con Cristo, el libro eucarístico llega muy empobrecido al lector. Este libro hay que comerlo para comprenderlo, como Ezequiel: "Hijo de hombre, come lo que se te ofrece; come este rollo y ve luego a hablar a la casa de Israel. Yo abrí mi boca y él me hizo comer el rollo y me dijo: "Hijo de hombre, aliméntate y sáciate de este rollo que yo te doy". Lo comí y fué en mi boca dulce como la miel." (Ez. 3,1-3) La vivencia mística eucarística conoce por experiencia, viviéndola, lo que nosotros celebramos y explicamos en teología. Pero no con un conocimiento frío, teórico, sin vida, que muchas veces por no vivirse , llega incluso a olvidarse. El que quiera conocer verdaderamente a Dios ha de arrodillarse; el sacerdote, el teólogo, debe trabajar en estado de oración, debe hacer teología arrodillada. La Eucaristía es ese libro que hay que leer como San Pablo: a partir de Cristo pascual, que es el misterio escatológico. El Cristo de la fe. La teología de la Eucaristía es una teleología, un discurso a partir del fin. Es la plenitud escatológica de la Salvación que hace presente las realidades futuras, nos llena de vida eterna, y perdura en eterno presente del pasado y del futuro; no hay otro ni más sacrificio porque no hay más que un Cristo, que es Señor y la eternidad ya ha comenzado.

El sacerdote no hace presente el sacrificio de Cristo sino que hace presente a Cristo que ofrece su único y definitivo sacrificio que fué toda su vida, desde la Encarnación hasta la resurrección, pero que significó y realizó singularmente con pasión y muerte "gloriosa", por estar dirigida a la resurrección.

DE LA EUCARISTIA SACRAMENTO AL SACERDOTE SACRAMENTO DE CRISTO.

Y desde esta comprensión de la Eucaristía como presencia sacramental-mistérica de Cristo, que condensa toda su vida y la presencializa con las palabras y gestos de la consagración sobre un poco de pan y vino, hay que reflexionar también y comprender el sacerdocio como sacramento de Cristo, como signo visible de Cristo invisible, humanidad supletoria sacramental prestada a Cristo, para que pueda seguir realizando en el tiempo su misterio de Salvación.

"A partir de aquí, toma el relieve justo la persona del sacerdote, el cual ofrece el "Santo Sacrificio <<in persona Christi>>, lo cual quiere decir más que << en nombre>>, o también <<en vez>> de Cristo. <<In persona>>: es decir, en la identificación específica, sacramental con el <<Sumo y Eterno Sacerdote>>, que es el Autor y el Sujeto principal de éste su propio Sacrificio, en el que, en verdad, no puede ser sustituido por nadie>>. (41)

La Eucaristía y el sacerdocio en Cristo son una misma realidad. Y por eso mismo sacerdocio y eucaristía en nosotros deben estar vitalmente unidos, porque se fundamentan esencialmente el uno en el otro.

Por el sacramento del Orden se produce como una encarnación de Cristo en cada elegido, al que viene para revivir todo su misterio de adorador del Padre, de salvador de los hombres, de redentor del mundo, como consagrante en cada misa de su propio cuerpo: "Esto es mi cuerpo, esto es mi sangre". No el de Pedro, Juan o cualquier sacerdote sino el de Cristo que es el que consagra por medio del sacerdote, es decir, de su sacramento visible. Por el sacramento del orden el sacerdote queda configurado sacramentalmente a Cristo. El gozo sacerdotal vendrá al experimentar lo que es, de sentirse identificado con Cristo, que vive y actúa por él, de sorprender al Padre inclinado sobre esta pobrecita criatura, que es el sacerdote, porque ha visto en él al Amado, en quien tiene puestas todas sus complacencias.

El sacerdote es un sacramento vivo de Cristo vivo, como el pan consagrado; por fuera pan, por dentro, Cristo. Es Cristo viviendo y actuando en mí: es el "no soy yo, es Cristo quien vive en mí" de San Pablo y el sacerdocio como vivencia, soy yo viviendo en Cristo, identificado con Cristo: "Para mí la vida es Cristo", "Estoy crucificado con Cristo..."

"Haced esto en memoría de mí". En la misa no se repite nada: ni los deseos de Cristo de dar su vida por nosotros, ni su sufrimiento ni su ofrenda, sino que se presencializa el mismo sacerdote y la misma víctima del Cenáculo, de la cruz y del cielo. Por muchas celebraciones que se hagan, nunca se repite el sacrificio, siempre es el mismo, porque no se representa otra vez sino que se presencializa el mismo y único sacrificio ofrecido de una vez para siempre. Puede haber muchas intenciones sacerdotales en la concelebración, tantas como sacerdotes, pero el sacrificio siempre es único y el mismo.

Por lo tanto, la Eucaristía, por ser memorial "in mysterio" de la realidad "Cristo" presencializa la misma y eterna pascua, la misma y eterna Alianza, la misma víctima, intenciones, deseos sacerdotales y sacrificiales, el único sacrificio de la cruz ya consumado y aceptado por el Padre porque le resucitó sentándolo a su derecha y es ya para siempre el cordero degollado y glorioso ante el trono de Dios, pura intercesión por nosotros y con el cual conectamos en cada misa.

Es más, me atrevo a decir: si la vida de Cristo hombre nació en el seno de la Santísima Trinidad como proyecto salvador de los Tres a realizar por el Verbo: "Padre, sacrificios y ofrendas no quieres... aquí estoy para hacer tu voluntad..." (Hbr. 10,5) y se le dotó de un cuerpo humano: "... "pero me has dado un cuerpo" (Ibid.) nacido de María, esa voluntad ha sido ya consumada pascualmente - mediante el paso definitivo al Padre, a los bienes escatológicos- esjatón pascual y ya no hay más novedad posible en el mismo seno del Dios Trino y Uno (según su proyecto) yel mismo fuego de Espíritu Santo que lo sacó del seno trinitario, lo impulsó a encarnarse, lo manifestó como Hijo y lo llevó sudoroso y polvoriento por lo caminos de Palestina predicando la Buena Nueva de Salvación y Eternidad para todos los hombres hasta el testimonio martirial de su vida por ellos...."ardientemente he deseado comer esta pascua con vosotros.." al ser aceptada y recibida ya esa entrega personal de Jesucristo en el mismo seno del Amor Trinitario, por el mismo Espíritu Santo de donde había nacido...., perdura ya eternamente como sacerdote y víctima ofrecida, aceptada y adorada ante el trono de Dios Trino y Uno, como afirma repetidamente la liturgia del Apocalipsis.

Así pues, todo el misterio de Cristo, desde que nace como proyecto en el seno del Padre y se encarna en el seno de María: "La Palabra estaba junto a Dios.... la Palabra se hizo carne (Jn.1,1;14 ) con toda su vida encarnada, con sus ansias de amor y de entrega, "Habiendo amado a los suyos, los amó hasta el extremo..."(Lc.22,15) desde la Encarnación hasta la Ascensiòn, especialmente pasiòn, muerte y resurrección, es lo que se hace presente, al hacer el sacerdote por el Espíritu Santo la memoria de Cristo como El quiso "recordarse y ser recordado" por "la memoria" de su Iglesia, eternamente ante Dios y por la eucaristía ante los hombres.

Al hacerse presente todo el misterio de Cristo, cada celebrante o participante puede decir en la misa, con Santa Gertrudis, este texto que leí, cuando preparaba la charla, en la Liturgia de las Horas en el día de su memoria: "Por todo ello, te ofrezco en reparación , Padre amantísimo, todo lo que sufrió tu Hijo amado, desde el momento en que, reclinado sobre paja en el pesebre, comenzó a llorar, pasando luego por las necesidades de la infancia, las limitaciones de la edad pueril, las dificultades de la adolescencia, los ímpetus juveniles, hasta la hora en que, inclinando la cabeza, entregó su espíritu en la cruz, dando un fuerte grito. También te ofrezco, Padre amantísimo, para suplir todas mis negligencias, la santidad y perfección absoluta con que pensó, habló y obró siempre tu Unigénito, desde el momento en que,enviado desde el trono celestial, hizo su entrada en este mundo hasta el momento en que presentó, ante tu mirada paternal, la gloria de su humanidad vencedora....." (Libro 2,23,1.3.5.8.10: SCh 139,330-340)(Liturgia de la Horas, IV, pags. 1370-1373 )

Y también, en clave de memorial, se puede rezar este texto de S. Brígida,tomado de la Liturgia de las Horas, en su recuerdo: "Bendito seas tú, mi Señor Jesucristo, que anunciaste por adelantado tu muerte y , en la última cena, consagraste el pan material, convirtiéndolo en tu cuerpo glorioso y por amor lo diste a los apostóles como memorial de tu dignísima pasión..... Honor a tí, mi Señor Jesucristo, porque el temor de la pasión y muerte hizo que tu cuerpo inocente sudara sangre.... Bendito seas tú, mi Señor Jesucristo,  que fuiste llevado ante Caifás... Gloria a tí por las burlas que soportaste cuando fuiste revestido de púrpura y coronado de punzantes espinas... Alabanza a tí, mi Señor Jesucristo, que te dejaste ligar a la columna para ser cruelmente flagelado... Bendito seas tú, glorificado y alabado por los siglos, mi Señor Jesucristo, que estás sentado sobre el trono en tu reino de los cielos, en la gloria de la divinidad, viviendo corporalmente con todos tus miembros santísimos, que tomaste de la Virgen..(Oración 2: Revelationum S. Birgittae libri, 2, Roma 1628,pp.408-410)   

Al decir "haced esto en memoria mía" el Señor nos quiere indicar a cada participante: acordáos de mi vida entregada al Padre por vosotros desde mi encarnación hasta lo último que ahora hago presente, de mi amor loco y apasionado hasta el fín de mis fuerzas y de los tiempos...de mi voz y mis manos emocionadas...  "Cuantas veces hagáis esto, acordaos de mí..." No nos olvidamos, Señor.

Y todo esto se hace presente en cada misa y Jesús "se recuerda" para la Stma. Trinidad, para El y para nosotros, haciéndolo presente. Así es como Jesucristo, proyecto salvador de los hombres, sale del Padre por el Espíritu Santo y en la eucaristía, vuelve a El, como proyecto final escatológico logrado por el mismo Espíritu en el Hijo-hombre, y en ella y por ella participamos de la única e irreversible devolución del hombre y del mundo al Padre, que El, el Hijo eterno y, al mismo tiempo, verdadero hombre, hizo de una vez para siempre". (42)

Por eso, la Eucaristía es Cristo entero y completo, el evangelio entero y completo, la fe cristiana entera y completa. Nada del misterio de Cristo queda fuera de la Eucaristía. Ni siquiera el misterio de Dios Trino y Uno manifestado por el Padre enviando al Hijo movido por el Espíritu Santo-  unión de la Trinidad y Eucaristía proclamada y exigida por el Papa en este año jubilar-.  Todo esto, el primer impulso de amor, el proyecto en el Hijo por el Espíritu, la consumación y la glorificación eterna -"actual" en el cielo, se hace presente en la Eucaristía.

He hablado de la Eucaristía, queridos amigos, en la medida en que he podido captarla y expresarla yo mismo como creyente, no sólo como teólogo. En definitiva, he tratado de expresarla en palabras humanas. Hay otra forma mucho mejor de presentar la eucaristía: es la que el sacerdote hace sencillamente cuando eleva el pan consagrado y el cáliz a la vista de la asamblea y solicita de ella la fe: "Este es el sacramento de nuestra fe".

Y hay una manera mejor de acogerla: es la que practicamos cuando respondemos al sacerdote en la misma fe y en una comunión que debe prolongarse toda la vida: "Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección, ¡ven, Señor Jesus!"

Quiero terminar esta sencilla lección teológica haciendo uso de la inclusión semítica en la que para subrayar la importancia de una afirmación, se repite al final del discurso:

HERMANOS Y AMIGOS, ¡ REALMENTE, GRANDE ES EL MISTERIO DE NUESTRA FE!

(1) CATECISMO DE LA IGLESIA CATOLICA (Madrid 1992)nº1327.

(2) GARCIA PAREDES JOSE CRISTO REY, Iniciación cristiana y eucaristía, (Madrid 1992), 381: "En la Eucaristía Dios Padre nos sigue revelando el misterio de su amor. La riqueza de su misterio es tal que nunca podremos agotarlo. Es la suprema experiencia de encuentro con el misterio aquí en la tierra."

(3) CATECISMO DE LA IGLESIA CATOLICA,nº 1328-1332.

(4) JUAN PABLO II, TERTIO MILLENNIO ADVENIENTE,55.

(5) NOTKER FUGLISTER, Sacramentum Mundi,Enciclopedia Teológica 5,(Madrid 1974)250:"El Concilio Vaticano II emplea reiteradamente la expresión mysterium paschale como designación sintética del acontecimiento de la Salvaciòn cristiana en sus aspectos más esenciales: el misterio pascual de la pasiòn, resurrección y ascensión de Cristo es el cumplimiento de la obra redentora de Cristo, prefigurada en el A.T."

(6) JUAN PABLO II, TMA.,46.

(7) Cfr. THURIAN MAX, La Eucaristía, Memorial del Señor, (Salamanca 1967), 28.

(8) EICHRODT WALTHER, Teología del Antiguo Testamento I, (Madrid 1975), 22.

(9) Estos tres aspectos me parecen esenciales. Respecto a la Alianza, dice textualmente ESPINEL JOSE LUIS, La Eucaristía del Nuevo Testamento, (Salamanca1997), 277:"Un concepto a recuperar es el de Alianza, como uno de los más vigorosos que existen  en el NT. y cuyo marco principal está en las palabras eucarísticas; conectando con la alianza, la Eucaristía es el nuevo èxodo de Jesús y el nuestro. La novedad instaurada por Jesús debiera ser el "objeto de nuestra pasión infinita", "la pasión infinita de todo ser humano."

(10) Cfr. GERKEN ALEXANDER, Teología de la Eucaristìa, (Madrid 1991), 31.

(11) DURRWELL FRACOIS-XAVIER, La Eucaristía, Sacramento Pascual,

(Salamanca 1986), 11: " Porque se nos ha dado una orden: << ¡Tomad y comed!>> (Mt.26,26). Para recibir bien, la iglesia desea también comprender bien. Sin saber, ¿es posible acoger con toda verdad, dado que  el corazón que debe abrirse es inteligencia tanto como amor? La Iglesia se ha sentido siempre apasionada por una eucaristía comprendida, y su búsqueda, que prosigue desde hace siglos, no acabará mañana, ya que por muy penetrante que sea el pensamiento humano no abarcará jamás la amplitud de este misterio.

(12) Hacen un estudio interesante de la pascua hebrea y cristiana en textos patríticos:

HAMMAN A y F. QUERE JAULMES, El misterio de la Pascua (Bilbao 1998); NERI UMBERTO, La Eucaristía como Pascua (Bilbao 1998).

(13)Cfr. GALBIATI ENRICO, L´Eucaristia nella Bibblia,(Milano 1968),30

(14) SAGRADA BIBLIA, VERSION DE Nacar-Colunga BAC, (Madrid 1966).

(15) AUNZOU GEORGES, Estudio del Libro del Exodo,(Madrid 1972)162

(16)Cfr. GALBIATI E., o.c. 43ss.

(17) GERHARD VON RAD, Teología del Antiguo Testamento I, (Salamanca 1972), 230:"La afirmación <<Yahvé sacó a Israel de Egipto>> tiene el carácter de un profesión de fe, donde quiera que se pronuncie. La encontramos en todos los estratos de la tradición hasta Dan. 9,15 y en los contextos más diversos; es tan frecuente que será designada la profesión primitiva de Israel."

(18) Cfr. SAYES JOSE ANTONIO, El Misterio Eucarístico,(Madrid 1986), 7.

(19) Cfr. EICHRODT WALTER, o.c. 21-66.

(20) Cfr. LIGIER L, Il Sacramento della Eucaristia, (Roma 1977), 35. SAYES J.A., o. c. 13-18; EICHRODT W, o. c. 33ss.

(21) THURIAN MAX, o.c. 217:"Uno se siente inclinado a ver en este relato de la alianza del Sinaí una preliturgia cristiana: 1)Sacrificio en el que Moisés presenta a Dios la sangre de la alianza sobre el altar(5-6); 2)lectura por Moisés de la Palabra de Dios en el libro de la Alianza(7); Compromiso de obediencia por el pueblo en su responso(7b); comunicación de la sangre de la alianza por Moisés al pueblo con las palabras: Esta es la sangre de la Alianza..(8). De idéntico modo, en la nueva alianza, palabra y sacramento están estrechamente vinculados y la comunión con Dios implica obediencia a la palabra escuchada así como recepción del cuerpo y sangre de Cristo.-"

(22) Para todo este tema de memorial, cfr.:

MARSILI SALVATORE,La messa come Mistero Paschale del N.T.,(Roma 1976), 170-196;

ALBURQUERQUE EUGENIO:Memoria de la Pascua de Jesús (Madrid 1998);

BASURKO XABIER, Compartir el pan, (San Sebastián 1987), 276;

GALBIATI E, o.c. 29.33ss;

SAYES J. A, o.c. 7ss;

THURIAN MAX, o. c. 28ss.

(23) GALBIATI E, o.c.137.

(24) Cfr. JEREMIAS JOAQUIN, La Ultima Cena, Palabras de Jesús, (Madrid 1986); LEON DUFOUR X, La Fracción del pan, culto y existencia en el NT., (Madrid 1983); Eucaristía, sacramento de vida nueva, Comité para el Jubileo del año 2000(Madrid 1999); SHMAUS MICHAEL, Teología Dogmática, VI, Los sacramentos, (Madrid 1963); GALBIATI E, o.c.; ESPINEL J. L, o.c.   

(25) Cfr. Eucaristía, Sacramento de vida nueva, o.c.64ss.

(26) Cfr. JEREMIAS JOAQUIN, o.c. 42-64ss.

(27) Para un estudio más exhaustivo y técnico de los textos de  la institución de la eucaristía:

GESTEIRA MANUEL, La Eucaristía, Misterio de Comunión, (Salamanca 2000), 121-163;

BOROBIO DIONISIO, La Eucaristía, BAC., (Madrid 2000), 17-50;

ALDAZABAL JOSE: La Eucaristía, (Barcelona 1999), 49-79;

JEREMIAS JOAQUIN, o.c. 93ss;

BETZ JOHANNES , La Eucaristía, Misterio Central, en Misteriun Salutis IV-2, (Madrid 1975); 186-205;

SCHMAUS MICHAEL, o. c. 232-250.

(28) Cfr. La Eucaristía, Sacramento de Vida, o.c. 48ss.

(29) Ibid. 47-50.

(30) JEREMIAS JOAQUIN, o c. 149;

GALBIATI E, o.c. 121 ss.

(31)SAYES J. A, o.c. 69ss;

LIGIER L, o.c. 91 ss.

(32) DURRWELL F.X, o.c. 26-27: "Pero la diferencia es demasiado grande. Una cosa es el cordero comido y otra el acontecimiento celebrado.... el acontecimiento que se celebra es ese hombre mismo , su misterio personal, entero, el de su muerte en la que es glorificado.... Las dos pascuas, la judía y la cristiana, coinciden en sus dimensiones, pero en profundidad la distancia que las separa es infinita.

THURIAN MAX, o.c. 282:"Si Cristo mismo no está real y personalmente presente, actuando como sacerdote, como ofrenda y como alimento, todo cuanto hasta ahora hemos declarado, no tiene realidad ni significado alguno".

(33) Cfr. ESPINEL J.L, La Cena del Señor, Acción Profética, (Madrid 1976). Idem, La Eucaristía del Nuevo Testamento (Salamanca 1997);

Cfr. también BETS JOHANNES, o. c. 195 ss;

GALBIATI E, o.c. 145.

(34) NERI U, o.c. 16:"S. Juan en el Apocalipsis también insistió en este tema. "Cordero" se convierte sin más en el nombre repetido veintiocho veces de Jesús glorificado; mas este cordero, que se  sienta en el trono mismo de Dios, ha sido degollado (5.9.12; 13,18), es decir, sacrificado: término ritual del Ex.12,6. Y no cabe duda de que el Apocalipsis considera especificamente a Jesús como el "cordero pascual" de nuestra redención.".

(35) Para una exposiciòn amplia y detallada de todas estas teorias: SCHMAUS MICHAEL, o. c. 301 ss; SAYES J.A, o.c. 305 ss.

(36) GERKEN ALEXANDER, o.c. 221.

(37) CASEL ODO, Misterio de la Ekklesía (Madrid 1964)32-35.

(38) S. JUAN DE LA CRUZ, OBRAS COMPLETAS, BAC, (Madrid 1991) Prólogo del Cántico Espiritual, nº3.

(39) DURRWELL F.X, o.c. 13 ss.

(40) Idem. o.c. 165 ss.

(41) GONZALEZ PADROS, JUAME, La Eucaristía en toda su riqueza(3)

El "Sacrum" de la MIsa, en Liturgía y Espiritualidad,6(Junio 2000)280.

(42) Cfr. JUAN PABLO II,  Encíclica "Redemptor hominis," 20,AA. 71(1979)310-1.

LA ORACION EUCARISTICA  (RESUMIDA)

(Trujillo,marzo 1998)

LA FE CATOLICA en la presencia real de Nuestro Señor Jesucristo bajo las apariencias sacramentales del pan y del vino se ha manifestado desde siglos en la adoracion de este misterio, objeto primordial del culto y de la espiritualidad de la Adoracion Nocturna. Para legitimar esta adoración ante el Santísimo Sacramento, a la vez que afirmar que la oración ante Jesús Sacramentado es el modo supremo y cumbre de toda oración personal y comunitaria fuera de la misa, quiero, en primer lugar, explicar un poco desde la teologia bíblica,litúrgica y dogmática este misterio, para que la Presencia Eucarística del Señor sea más valorada y vivida por los que nos sentimos verdaderamente  privilegiados, necesitados y agradecidos a Jesucristo, el Señor, confidente y amigo en todos los sagrarios de la tierra.

"¡Oh eterno Padre, exclama S. Teresa, cómo aceptaste que tu Hijo quedase en manos tan pecadoras como las nuestras! ¡Es posible que tu ternura permita que esté expuesto cada día a tan malos tratos! ¿ Por qué ha de ser todo nuestro bien a su costa? ¿No ha de haber  quien hable por este amantísimo cordero? Si tu Hijo no dejó nada de hacer para darnos a nosotros, pobres pecadores, un don tan grande como el de la Eucaristía, no permitas, oh Señor, que sea tan mal tratado. El se quedó entre nosotros de un modo tan admirable...."

Y aquí el alma de Teresa se extasía... Ya sabéis que la mayor parte de sus revelaciones o visiones: "me dijo el Señor, ví al Señor... " las tuvo Teresa después de haber comulgado o en ratos de oración ante Cristo Eucaristía.  Por esto, cuando Teresa define la oración mental, parece que lo hace como oracion ante el sagrario, como si estuviera mirando al Señor Sacramentado: "Que no es otra cosa, a mi parecer, oración mental, sino tratar de amistad, estando muchas veces tratando a solas, con quien sabemos que nos ama."

"... ¡Es posible que tu ternura permita que esté expuesto cada día a tan malos tratos...¿Por qué ha de ser todo nuestro bien a su costa... No permitas,oh Señor, que sea tan mal tratado.. El se quedó entre nosotros de un modo tan admirable!  

(Los sacerdotes, los adoradores, cualquier cristiano tiene  que tener mucho cuidado con su comportamiento ante Cristo Eucaristica, porque se trata no de un cuadro o una imagen suya sino de El en persona y si a su persona no la valoramos ya nada tiene valor ni importancia en el cristianismo, ni en la Iglesia, ni gracia, ni evangelio ni sacramentos ni nada. El cristianismo es una persona. Es Cristo. Por eso, nuestro comportamiento exterior e interior con Cristo Eucaristía es el termómetro de nuestra vida espiritual; a ver si se va a dar la paradoja de que Cristo en persona no nos interese y luego nos interesemos por sus cosas... cuidar el altar, el sagrario, manteles limpios, corporados bien planchados... cuánto amor personal encierran..... Y ¡Cúanta ternura, vivencia verdadera, amistad entrañable hay en los silencios  guardados porque uno sabe que está El, y sigue hablando con El, y lo respeta,ama y adora aunque otros estén hablando como si El no estuviera ; cuànta teologia y liturgia y fe verdadera hay en  una genuflexión bien hecha, en unos gestos conscientemente realizados; indican que hay vivencia y amistad con Jesucristo vivo, vivo y resucitado. Es que si he celebrado y predicado la mejor homilia, aunque sea  sobre la misma eucaristìa, pero nada más terminar hablo en la Iglesia y me comporto como si estuviera en la calle, me he cargado todo lo que he predicado y celebrado, no hay una relación viva. Queridos amigos, el Señor no es una momia, está vivo, vivo y resucitado, vivo.. os lo digo yo.. tratadlo bien. Y perdonad este inciso.)         

Todas las liturgias orientales y occidentales rodean la consagración del pan y del vino, junto con la epíclesis y las intercesiones (explicarlo) de signos externos de adoración. Y el Concilio de Trento recuerda que, si bien la eucaristía ha sido instituida por Cristo "ut sumatur", esto es, para ser recibida como alimento, esto no quita en absoluto la legitimidad y la coherencia de la adoración u oración eucarísticas. El mismo Vaticano II insiste repetidas veces en esta línea :

" La casa de oración en que se celebra y se guarda la santísima Eucaristía y .. y en que se adora, para auxilio y consuelo de los fieles, la presencia del Hijo de Dios, salvador nuestro.... debe ser nítida, dispuesta para la oración y las sagradas solemnidades." (PO5)

En los últimos siglos, la adoración eucarística ha constituido una de las formas de oración más queridas por los cristianos en la Iglesia Católica. Iniciativas como la promoción de la "visita al Santísimo ", la Adoración Nocturna, la Adoracion Perpetua, la Cuarenta Horas...etc. se han multiplicado y han constituido una especia de constelación de prácticas devocionales que tendría su centro en la celebración del Corpus Christi.Junto a estas prácticas del pueblo cristiano, otra serie de iniciativas ha surgido con fuerza: las congregaciones religiosas que, como elemento fundacional y fundamental de su forma de vida y carisma religioso, dedican una gran parte de su tiempo a la Adoración del Santísimo Sacramento.

El sacerdocio católico dice relación directa y esencial a la Eucaristía. El sacerdote es el hombre de la Eucaristìa.Por eso, cuando un sacerdote habla de esta presencia, lo hace desde la teología y liturgía, pero también desde la propia experiencia de  vivir esta realidad maravillosa. Sinceramente es tanto lo que debo a esta presencia eucarìstica del Señor, a Jesús sacramentado bajo el pan y el vino, Señor, Luz y Consuelo,Beso y Abrazo, que quisiera compartir con vosotros  un poco mi gozo y alegría, desde la humildad, desde reconocimiento de quien se siente agraciado y agradecido a esta presencia, pero a la vez deudor, limitado, siempre necesitado de su fuerza y ayuda.

La renovación litùrgica ha tenido como consecuencia restablecer en su identidad propia los diversos momentos de la eucaristía; si se quiere, podemos decir, que ha reequilibrado los  tres aspectos principales de la Eucaristía como sacrificio, la Eucarístía como comunión y la Eucarístia como presencia. Y así, por ejemplo, ya no se da aquel desfase de hacer primero la Exposición del Señor, luego venían los turnos de vela y ya al final de la Adoración Nocturna, con la llegada del día, celebrar la santa misa y despedirnos. Algunos de la antiguos adoradores hemos conocido esta forma de Vigilia. Al principio, este reajuste ha podido parecerle a alguno que era una pérdida para la Eucaristía como presencia o que la Adoración no era valorada suficientemente. Es evidente que tal impresión no tiene ningún fundamento teologico ni pastoral, y para que todos nos convenzamos de ello, conviene dar unas pequeñas nociones de estos tres momentos de la Eucaristía para que cada uno tenga su estimación y su sitio en la piedad cristiana.

Veremos así la continuidad entre la celebración eucarística, santa misa, por una parte, que es centro y cumbre de toda la vida de la Iglesia, y por otra, la comunión y la adoración eucarística que deben ser una prolongaciòn de lo que hemos celebrado en la misa y que seguimos luego celebrando, comiendo y adorando en su presencia eucarística.

El Papa Juan Pablo II, con fecha del 4 de diciembre del 1988, ha publicado la carta apostólica "Han pasado venticinco años" para conmemorar el aniversario de la Constitucion Sacrosantum Concilium, sobre Sagrada Liturgia, del Vaticano II. En uno de su párrafos dice así:

"Puesto que la liturgia es el ejercicio del sacerdocio de Cristo, es necesario mantener constantemente viva la afirmación del discípulo ante la presencia misteriosa de Cristo: "¡Es el Señor"!(Jn.21,7) Nada de lo que hacemos en la liturgia puede aparecer como más importante que lo invisible, pero real, que Cristo hace por obra del Espíritu Santo. La fe vivificada por la caridad, la adoración, la alabanza al Padre y el silencio de la contemplación serán siempre los primeros objetivos a alcanzar para una pastoral litúrgica y sacramental." (nº 10)

He aquí en síntesis toda la espiritualidad de la Presencia Eucarística y, lógicamente, de todo Adorador Nocturno. Repito:      "Señor, te adoro ahí presente, creo, creo qué maravilla que me quieras hasta este extremo, te amo, te amo...quiero inmolarme por Ti y por los hermanos como Tu..... recorrer brevemente la espiritualidad   de la misa...Por aquí tiene que ir la espiritualidad del Adorador Nocturno o Diurno. Si  nuestros adoradores viven con estas actitudes sus Vigilias, todos encontraremos el camino y nos sentiremos más animados para acercarnos al Señor oculto y a la vez revelado por el pan consagrado.

JESUS, ADORADOR DEL PADRE EN LA OBEDIENCIA HASTA LA MUERTE

La adoración es una actitud religiosa del hombre frente al Dios grande y santo en la que manifiesta su dependencia total de El y que se expresa través de ciertos gestos y palabras. En la economía de la nueva alianza la adoración de Dios tiene como centro, origen y modelo el misterio pascual de Cristo, que es  a su vez el centro y meta de la liturgia y de la vida cristiana. La adoración del Padre, el reconocimiento de su santidad, de su señorío absoluto sobre la propia vida y sobre el mundo, ha sido ciertamente el móvil, la razón propulsora de toda la existencia de Cristo Jesús.

Pero así como la vida terrena de Cristo culminó en el misterio de su muerte y resurrección, así este misterio pascual se convierte en el supremo acto de adoración al Padre por el Espíritu; la adoración más perfecta, la única. "Todo honor y toda gloria" que la Iglesia quiera tributar a Dios, Padre Omnipotente,tendrá que pasar "por Cristo, con El y El..."

La carta a los Hebreos pone en boca del Hijo de Dios, "al entrar en este mundo" las palabras del salmo 40,7-9, en las que Cristo expresa su voluntad de adhesiòn plena y radical al proyecto del Padre: "No has querido sacrificios ni ofrendas, pero en su lugar me has formado un cuerpo..... No te han agradado los holocaustos ni los sacrificios por el pecado. Entonces dije: Aquí estoy yo para hacer tu voluntad, como en el libro está escrito de mì." (Heb.10,5-7)

Jesús "leerá" los hechos de su vida y de su muerte en la òptica de las Escrituras, que tendrán en El su cumplimiento. En efecto, Jesús descubre en la Escritura la presencia del Dios  amor, el Padre, que lleva adelante su plan de salvación según su voluntad. Ante esa voluntad del Padre, Cristo, el Hijo, vive una actitud de absoluta sumisión y obediencia a todo el proyecto divino sobre su vida. Y esta actitud la vivió en todo momento.

Ante el tentador, proclama sin ambages, que sólo Dios es digno de adoración verdadera: "Retírate, Satanás, porque está escrito: Al Señor tu Dios adorarás y a él solo darás culto."(Mt.4,10) La inmediata respuesta a la propuesta del diablo demuestra la verdad en la vida y en conciencia de Jesús: sólo Dios es importante; sólo Dios es Dios. Ante El sólo debe postrarse el hombre.

La fidelidad de toda la vida de Jesús al Padre y a la misiòn que le ha confiado(cf.Jn.17,4) tiene su momento culminante en la aceptación voluntaria de su pasión y muerte ...." para que el mundo conozca que yo amo al Padre y que hago lo que el Padre me ha ordenado". (Jn.14,30.31)

 El autor de la carta a los Hebreos subraya con fuerza cuánto le ha costado a Cristo esta obediencia: "El, en los días de su vida mortal, presentó con gran clamor y lágrimas oraciones y súplicas al que podía salvarle de la muerte..." (5,7)

Humanamente, Jesús no puede comprender la muerte, que parece la negación misma de su obra de instauración del reino de Dios. El rechazo por parte de los hombres, el comportamiento de los mismos discípulos ante su agonía y pasión, sumergen a Cristo en una espantosa soledad; toca con sus propias manos la profundidad del fracaso más absurdo. Sin embargo, incluso ante la oscuridad más desoladora, Jesús sigue repitiendo la oración dirigida con inmensa angustia y ternura al que es "Abba- Padre."

Comenta con viveza A. Vanhoye: "Los acontecimientos trágicos que ponían en cuestión toda la obra de Jesús, su misiòn y su personalidad misma, esos episodios que amenazaban tragárselo por entero en la muerte, provocaron en él una oracion intensa, que constituyó una ofrenda sacerdotal."

San Pablo dirá:  "Se humillò a sí mismo haciéndose obediente hasta la muete y muerte de cruz" (Fil.2,6-11) La carta a los Hebreos y el himno cristológico  de la carta a los Filipenses que acabamos de citar vienen, pues, a decir una sola cosa: si la muerte de Cristo produjo el florecimento de una vida nueva y lo llevó a la glorificación plena en la resurrección y ascensión, es porque fue un acto de obediencia filial a Dios y de solidaridad con los hombres.

Pues bien, amigos,esta Salvación, esta Pacua del Señor es permanente, porque Jesús posee un sacerdocio perpetuo y ejerce continuamente su ministerio sacerdotal: " estando siempre vivo para interceder en favor de aquellos que por él se acercan a Dios." (Heb.7,25) Cristo está en el cielo junto al Padre ejerciendo su mediación sacerdotal en favor de sus hermanos. La cicatrices gloriosas de su pasión son  un intercesión permanente ante el Padre y una súplica omnipotente, ofreciendo el fruto de su obediencia adorante. De todo esto resulta que "la ofrenda de Cristo- elemento esencial de una inmolación para que sea sacrificio- no se concluyó en el Calvario, sino que permanece inmutable en el cielo y se hace presente en la tierra a través del sacramento de la eucaristía, de la santa misa, memorial de su pasión, muerte y resurreción.El sacerdote eterno conserva para siempre su voluntad de oblación. Sigue, pues, ejerciendo su sacerdocio. Es decir, la redención está siempre en acto.(Explicar memorial: la misa siempre la misa, la diga el Papa....)

LA PRESENCIA DEL MISTERIO PASCUAL EN LA EUCARISTIA FUNDAMENTA LA ADORACION A CRISTO JESUS.

La presencia de Cristo en la Iglesia y en el mundo se hace "presencia real" por antonomasia, sacramento permanente en el misterio eucarístico. De esta presencia ha tenido conciencia clara la Iglesia de siempre, como ya hemos dicho.

En efecto, aunque en los primeros siglos de la era cristiana no se hablase de "presencia real" ni hubiese ritos especiales de culto a la eucaristía fuera de la misa, como ahora,sin embargo es evidente la fe los cristianos en la realidad del cuerpo y de la sangre de Cristo. Ellos saben bien que lo que comen y beben en la celebración eucarística "no son pan y bebida comùn... les han enseñado que, después de que ha sido dicha la eucaristía sobre el pan y el vino, oración que viene de Cristo, el pan es carne y el vino es sangre de Jesús." (San Justino, APOLOGIA,1,66)

La teologìa de la "presencia" no parece que haya sido elaborada de modo sistemático durante los primeros siglos: estaba  simplemente en posesión pacífica, calcada sobre las fórmulas de la institución. Pero siempre la fe de la Iglesia se fijó con amor en las "especies sacramentales", que permanecían después de la conversión eucarística y que se conservaban para la comunión de los enfermos. Esta atención fué dando origen a un lenguaje nuevo. Mientras se seguìa afirmando que la eucaristía es cuerpo y sangre de Cristo, se añadía -que las especies del pan y del vino son "imagen, símbolo, misterio, sacramento" del mismo cuerpo y de la misma sangre de Cristo. Este lenguaje es familiar a la teologìa de los Padres, como expresión relativa a todo el mundo sacramental y no sòlo a la eucaristía. Se tenía la fe pero no se habían elaborado los términos.

La Eucaristía es, pues, el Cristo pascual presente entre nosotros. El Cristo en su actual existencia celestial de resucitado, sobre quien la muerte no tiene ya señorío(Rom 6,9) El se hace sacramentalmente presente por medio del pan y del vino. La eucaristía es la presencia de Cristo en su forma de existencia actual a la derecha del Padre: resucitado y glorioso, intercediendo como sumo sacerdote por sus hermanos los hombres.

Así como las mujeres que "el primer día de la semana fueron a embalsamar el cuerpo de Jesús" tuvieron que dar el salto de la fe del Cristo histórico al Cristo pascual, al Cristo glorioso y transfigurado, de la misma manera la Iglesia está llamada a pasar cada día de lo que ven sus ojos, de lo que tocan sus manos-los signos del pan y del vino- a la fe en la presencia verdadera del Cristo resucitado. Naturalmente, el salto de la fe no es fácil. El, con sus apariciones tomó la iniciativa. Ahora tambien. Y este reconocimiento, la adoraciòn del Señor, en las apariciones y en la eucaristía, transforma a las mujeres, a los discipulos y a la Iglesia en anunciadores del gran evento salvífico destinado a salvar a todos los hombres. Porque la Eucaristía es Cristo transfigurado que renueva sus apariciones en nuestro mundo terreno: "es una forma permanente de la aparición pascual."  Los primeros cristianos vivían en el gozo de renovar cada domingo el encuentro con el Señor resucitado:"sine dominica non possumus..."

CONSECUENCIAS PARA LA ADORACIÓN EUCARISTICA

Los fines por los que dicha "presencia real" de Cristo se conserva en el tabernáculo son expresados de forma clara por el Ritual de la Sagrada Comunión y del culto del misterio eucarístico fuera de la misa en estos términos: fin primario y primordial es la administración del Viático; los fines secundarios son la distribución de la comunión fuera de la misa y la adoración de Nuestro Señor Jesucristo presente en el Sacramento." (5)

La meta de la presencia real y de la consiguiente adoración es siempre la participación en el sacrificio existencial de Cristo, la comunión con El, con sus actitudes de obediencia y adoración al Padre, por el Espíritu.

La adoración eucarística auténtica es adoración "en espíritu y en verdad" y, por consiguiente, comunión con la misma adoración de Cristo al Padre, al tiempo que es adoración al mismo Cristo presente en su misterio pascual, misterio de adoración.

 Ya no decimos simplemente "el Señor está aquí" sin preguntarnos a la vez por quièn, cómo y por qué está ahí.

¿Por quién? El Cristo glorioso, presente a través de la sacramentalidad del pan consagrado, quiere entrar en comunión profunda y transformante con el que le adora y le recibe en sí.

¿Còmo está? Cristo está presente como presencia ofrecida "praesentia oblata" que debe ser aceptada por el fiel. Y sólo cuando es aceptada,-por qué- la presencia ofrecida se hace  "presencia recíproca": Este es el fín de la Eucaristía.La presencia continúa  su ofrenda al Padre y nosotros, por la presencia, entramos en comunión interpersonal profunda con la identidad misma de Jesucristo que entrega su vida por nosotros.

Esta adoración no es fín en si misma.Tiende a la comunión con Cristo en su misterio pascual de muerte y resurrección. Comunión que tiene por fin nuestra plena configuración con Cristo, hasta el punto indicado por Pablo en la carta a los Gálatas: "Ya no vivo yo, es Cristo quien vive en mí".(2,20) Entonces será cuando la adoración eucarística se convertira de veras en la adoraciòn transforadora en Cristo, santificadora en la actitudes sentimientos en Cristo, en adoración en Cristo, adoración "en espíritu y en verdad".

Todo esto será posible por "obra del Espíritu Santo." " El Espíritu que la Iglesia invoca en la plegaria eucarística sobre los dones del pan y del vino para transformarlos en "sacramento" del cuerpo y de la sangre de Cristo, y sobre la comunidad participante en la misma celebración de la eucaristia, para que "llenos del Espíritu Santo, formemos en Cristo un solo cuerpo y un solo espìritu." (Ple.Eu.III)

LA ADORACION EUCARISTICA FUERA DE LA MISA

Por esto, la oracion y todo culto eucarístico fuera de la misa está intimamente vinculado con la celebración de la eucaristía y es importante que se viva en conexión y como prologación de la celebración misma.

Todo esto nos lleva a afirmar que la adoración eucarística no es tanto "un momento extracelebrativo" cuanto la actitud celebrativa que debe corresponder a todo acercamiento a la eucaristía, partiendo del momento de la misma celebración.

Todos los demás actos, momentos de adoración y contemplación, ha de ser considerados como derivación de la adoración central en el sacrificio y como preparación al mismo.

No siempre fué así y ya hemos expresado alguna vez la exageraciones o desenfoques del culto eucarístico dentro incluso de la misma Adoración Nocturna, donde la Presencia llegó en algùn caso a tener- por lo menos en las formas externas y no siempre sólo en ellas- una importancia y relieve superior a la misma celebración de la misa. (Que lo recuerden los antiguos adoradores..) Por eso, la celebración del memorial de Cristo en la eucaristía debe ser la clave de la lectura de la eucaristia como misa, como comunión y como presencia. De este modo, la adoración eucarística debe convertirse en una mistagogia del misterio pascual celebrado, corazón de todos los aspectos de la Eucaristía. El "sacramentum permanens" es una mistagogia de cuanto se ha celebrado, la ocasión permanente de crear en el cristiano adorador las mejores disposiciones para celebrar el Memorial del Señor, para recibir el fruto más pleno de comunión e identificación con Cristo,a quien tiende la comunión en el sacrificio.(EM50)

Se comprende así el sentido de la adoracón de la eucaristía fuera de la misa en la tradicion católica.El pan consagrado se conserva en el tabernáculo "para extensión de la gracia del sacrificio." (EM3) Esta extensión se realiza principalmente por la Comunión y por la adoración del Señor, muerto y glorificado en el memorial realizado en el altar. Por eso, su presencia eucarística no es estática sino dinámica en dos sentidos: que Cristo sigue ofreciéndose y que Cristo nos pide nuestra identificación con su ofrenda. Así es como el cristiano tiene un "sacramentum permanens", una ocasión permanente para entrar realmente en el interior de la plenitud de la Pascua Cristo, de su paso de la muerte a la vida.

La eucaristía, en efecto, no se agota en la celebración de la misa, aunque ésta sea su expresión central y pide que todo haga referencia a ella. Por eso, teologicamente hablando es absurdo concebir la presencia eucarística como un absoluto en sí sin una relación esencial al sacrificio eucarístico del cual depende en su nacer y en las actitudes que le deben acompañar, que por esto mismo será siempre de alabanza,acciòn de gracias al Padre por los fruto de la Salvaciòn, de victimación, obediencia y ofrenda con Jesús.. un cuerpo entregado y una sangre derramada... de acción de gracias, de adoraciòn....

La liturgia, que recibió un indudable enriquecimiento con las diversas formas de culto y adoración eucarísticas, debe purificarlas y centrarlas. Es la mejor forma de enriquecerlas a su vez. Porque la adoración eucarística, en contemplación adorante, asimila entonces y se enriquece con los frutos de la celebración del memorial y de la pascua del Señor, para entrar así, a nivel tanto de conocimiento como de vida, en la plenitud de la riqueza del misterio eucarístico.

Aquì radica lo específico de la Adoración Eucarística, sea Nocturna o Diurna, que le diferencia de la simple Visita al Santísimo o de cualquier otro tipo de oración eucaristica buscada y querida ante el Santísimo como expresión de amor, necesidad de estar junto a El, motivaciòn para la fe, el amor, pedir gracias  y ayudas...etc., donde la oraciòn entonces ante la Eucaristía no se sitúa en el plano litùrgico-sacramental de la misa sino en el de la oraciòn cristiana. Por eso, el Adorador, a ser posible, debe comulgar y adorar el pan consagrado en la misa celebrada al comienza de la Vigilia.  

 Es claramente ésta la finalidad por la que la Iglesia, "apelando a sus derechos de esposa.. ha decidido conservar el cuerpo del Señor ante ella, incluso fuera de la misa, para prolongar la comunión orante." Porque en la adoración naturalmente, la relación, el diálogo no se establecen con la hostia, con el sagrario. La hostia sagrada mediatiza, localiza la presencia y la hace visible

Pues bien, ya hemos celebrado, hemos comulgado y estamos ante el Señor Expuesto en la Custodia. Cómo orar? Pues sencillamente como venimos diciendo: con las mismas actitudes de Jesús.

(Exponer aquí las cinco o seis actitudes fundamentales de la espiritualidad de la misa que tengo escritas en el cuaderno pequeño o tambièn las finales: POR QUE LOS CATOLICOS ADORAMOS EL PAN EUCARISTICO)

Brevìsimamente voy a enumerar algunas rampas de lanzamiento para la oración: actitudes fundamentales que ya estàn dichas pero el diálogo lo tiene que poner cada uno, es diálogo personal:

1) Cada misa y su presencia eucarística nos recuerda que Cristo se hizo obediente hasta la muerte y muerte en cruz, como nos recuerda san Pablo. Cristo,también yo quiero obedecer al Padre, aunque eso me lleve a la muerte de mi yo, quiero renunciar cada día a mi voluntad, a mis caprichos.. Tengo que morir más a mi egoismo, a mi amor propio, a mis planes, quiero tener más presente siempre el proyecto de Dios sobre mi vida...Señor, esta obediencia te hizo pasar por la pasiòn y muerte para llegar a la resurreccion. Tambièn yo quiero estar dispuesto y hacer actual en mi vida tu pasiòn y muerte para pasar a la vida nueva, de hijo de Dios, aunque me cueste morir a mi yo, quiero imponer la cruz en mi ojos, en mi cuerpo, en mi orgullo...

2) Un segundo sentimiento los expresa así La L.G. del Vaticano II,5 :" los fieles... participando del sacrificio eucarístico, fuente y cumbre de toda la vida de la Iglesia, ofrecen la Víctima divina y se ofrecen a sí mismos juntamente con ella" La presencia eucarística es la prolongaciòn de esa ofrenda:Señor, quiero hacer de mi vida una ofrenda agradable al Padre, quiere vivir solo para agradarle, darle gloria, quiero ser alabanza de su gloria. Quiero hacerme contigo una ofrenda: mira en cada ofertorio me ofreceré contigo, en la consagración quedo consagrado, ya no me pertenezco, soy una cosa contigo y cuando salga a la calle, como ya no pertenezco sino que he quedado cosagrado,  quiero vivir solo para Tí, para El con tu mismo amor con tu mismo fuego, con tu mismo Espíritu. Quiero prestarte mi humanidad, ni cuerpo, ni espíritu, mi persona entera, quiero ser como una humanidad supletoria tuya. Tu destrozaste tu humanidad, aquì en la Eucarístia tiene el fuego pero la humanidad ya no te vale, no es temporal..aquí tienes la mía....

3) Un sentimiento que no puede faltar está motivado por las palabras de Cristo: " Cuando hagáis esto, acordáos de mí... "

Señor, de cuántas cosas me tenía que acordar ahora pero quiero acordarme especialmente de tu amor por mí,  de tu cariño a todos, de tu entrega.. Señor, yo no quiero olvidarte nunca, y menos de aquellos momentos en que te entregaste por mì.....Cuánto me amas... este es el cuerpo que se entrega... esta es la sangre

Pero por qué me amas tanto, porque el Padre me ama: que alegria; porque valgo mucho para tí: valgo infinito, el Hijo de Diosqué puedo yo darte que tu no tengas, qué consigues a cambio, tu tan emocionado, tan delicado, tan entregado... yo tan rutinario, tan egoista siempre, tan limitado, soy pura criatura, pura creación tuya y tu eres Dios, si tu lo tienes todo qué puedo darte que no tengas: una cosa: el si de mi amor..

4) En el "Acordaos de mí"..., debe entrar también     el amor a los hermanos, porque así lo dijo y así lo hace: en cada eucaristía Cristo me enseña y me invita a amar hasta el extremo a Dios y a los hermanos.. Sí, Cristo, quiero acordarme ahora de tus sentimientos, de tu entrega total sin reservas , sin límites al Padre y  a los hombres, quiero acordarme de tu emoción en darte en comida y bebida... estoy tan lejos de este amor, cómo necesito que me enseñes, que me ayudes, que me perdones... si quiero amarte necesito amar a los hermanos sin límites, sin muros ni separaciones de ningún tipo como pan que se reparte, que se da para ser comido por todos. Contemplándote ahora en el pan consagrado puedo decir, he ahí a mi Cristo amando hasta el extremo, redimiendo, perdonando a todos, entregándose por salvar al hermano.... Tengo que amar también yo así. Señor, no puedo sentarme a tu mesa, adorarte, si no hay en mí esos sentimientos de acogida, de amor, de perdon.

Cúanto me exiges, cuànto me das.... ayúdame, no puede jamás haber separaciones, olvidos, rencores entre nosotros...

5) No puedo indicar todos los posibles caminos de dialogo, de oración que nacen de la eucaristía porque son imnumerables: ALABANZA, ADORACIÓN, GLORIFICACION DEL PADRE, ACCIÒN DE GRACIAS,  pero no puede faltar el sentimiento de intercesión que Jesús continúa con su presencia eucarística: pedir por todos, vivos y difuntos, y por todas las cosas necesarias para la fe y el amor cristianos... Ya he repetido que la eucaristía es inagotable en su riqueza porque es sencillamente Cristo ofreciendose por todos y es la mejor ocasión para pedir al Padre que se complace en su Hijo muy amado para pedir e interceder por todos y para todos.

Nunca nos va a atender mejor el Padre, viendo a su Hijo tan obediente, hasta morir por cumplir su voluntad.  

LA EUCARISTIA  NUNCA  ES INDIVIDUALISTA

El número 90 del Ritual de la Sagrada Comuniòn y del Culto a la Eucaristía fuera de la misa habla de la adoración comunitaria y de sus beneficios, y al final sostiene también la oportunidad-muy digna de alabanza, segùn el texto- de conservar la adoración eucarística individual, en la que uno o dos miembros se turnan. Y dice: "También de esta forma, según las normas del Instituto aprobado por la Iglesia, ellos adoran y ruegan a Cristo, el Señor, en el sacramento, en nombre de toda la comunidad y de la Iglesia.

Ningún acto del cristiano tiene un valor exclusivamente individual: somos "Cuerpo de Cristo y sus miembros cada uno por su parte" (1Cor12,27) Y vivimos en la comunión de los santos, por la que el bien y el mal de los unos repercute sobre los otros.

Cristo Eucaristia es obediencia al Padre hasta la muerte por los hermanos, que, según la carta a los Hebreos, ahora vivo y resucitado ejerce como sumo sacerdote ante el trono del Padre,mostrándele las cicatrices gloriosas de su pasión e intercediendo así en favor nuestro.

Nuestra adoración, adoración en espíritu y en verdad, debe sintonizar con los sentimientos y las actitudes de Cristo; y estos sentimientos serán siempre fundamentalmente la glorificación de Dios y la salvación de los hombres, las finalidades de la encarnación y del misterio pascual.

Cristo, el hombre plenamente solidario con todos los hombres, conforme al mensaje de la carta a los Hebreos, nos introduce, como sumo sacerdote, en su misma adoración e intercesión y da, por consiguiente, a nuestra adoración las dimensiones universales de su oración y ofrecimiento.

El adorador no se encierra en su intimismo individulista sino que identificándose con Cristo se abre a toda la Iglesia y al mundo entero: adora y da gracias como El, intercede y repara como El. LA ADORACION NOCTURNA ES MAS QUE LA SIMPLE DEVOCION EUCARISTICA O SIMPLE VISITA U ORACIÓN HECHA ANTE EL SAGRARIO.ES UN APOSTOLADO QUE OS HA SIDO CONFIADO PARA QUE PENSEIS EN TODA LA IGLESIA Y EN TODOS LOS HOMBRE CON CRISTO Y EN CRISTO, OFRECIENDO ADORACIÓN Y ACCIÓN DE GRACIAS, REPARANDO Y SUPLICANDO POR TODOS LOS HERMANOS.

Un adorador eucaristico, por tanto, tiene que tener muy presentes su parroquia, los niños de primera comunión, todos los jovenes, los matrimonios, las familias, los que sufren, las misiones, los enfermos, la escuela, la televisiòn y la prensa que tanto daño están haciendo en el pueblo sencillo, todos los medios de comunicación, las vocaciones , los sacerdotes... Mientras un adorador está orando, los frutos de su oración se tienen que extender al mundo entero. Y así a la vez que evita todo individualismo y egoismo, evita también toda dicotomìa entre oración y vida, porque  vivirá la oración con las actitudes de Cristo, con las finalidades de su pasión y muerte, de su Encarnación:glorificación del Padre y salvación de los hombres. Y así Adoración e Intercesión se complementan.

Y esto hay que decirlo alto y claro a la gente, a los creyentes cuando tratéis de hacer adeptos o proparanga en la parroquia y fuera de ella... Cuando voy a la Adoración Nocturna no pienso ni pido solo por mí, mis intereses o familia. Por la noche, en la velas, pienso y pido por todo el pueblo , por la parroquia, en la diócesis, por los niños, jòvenes, misiones, los enfermos.... Y así surgirán adoradores...y sera más estimada vuestra obra, más valoradas vuestras viglias.

Y saldréis de la oscuridad a la luz, y del individualsimo a la intercesión por todos... y el mundo os valorará. Y seréis aprecidados y mejor conocidos... y vendran otros a orar con vosotros... siempre que esto esté bien acentuado, asimilado y cultivado en vuestros turnos de vela.  Y así no soy yo solo el que oro, el me santifico, yo oro con Cristo y ayudo con mi oraciòn a la santificaciòn de mi parroquia y mis hermanos,los hombres. Soy ciudadano del mundo entero aunque esté solo ante el Señor.

Y el Seminario dirá que receis... y las parroquias dirán que tengais presente a los niños y jóvenes.... y todos, al conoceros mejor y realizar vosotros mejor vuestra misión litúrgico-sacramental os encomedarán sus necesidades espirituales y materiales...

LA PRESENCIA EUCARISTICA CAMINO DE ORACIÓN, DE SANTIDAD Y DE CIELO.

(Yo indico el camino, por ahí hay que ir, pero cada uno tiene que andar su camino. A Madrid se va por la nacional V, seguro, ese es el camino, pero hay que andarlo, a nadie se lo dan hecho... voy a dedicar cinco minutos  y necesitaria, por lo menos, una hora..sin exagerar)

Ni un solo santo que no hay sido eucarístico.Ni uno solo que  no haya sentido necesidad de oración eucarística, que no la haya practicado. Ni uno solo. Luego, los habrá habido más o menos apostólicos, caritativos, encarnados de una forma o de otra, más o menos temporalistas, contemplativos, activos, místicos.....

La madre Teresa...yo creí que con tanto ver a Cristo en los pobres no tendría tiempo para verlo en la Eucaristía... Y con esto ya he dicho todo lo que quería decir sobre la excelencia y necesidad absoluta de la oración eucarística. Para mí es evidente.Y no pierdo tiempo en más.Si uno tiene fe verdadera..

Pero la oración eucarística, como toda oración es un camino: hay iniciados, proficientes y perfectos. Hay un comenzar, ojos que no ven por falta de fe: pecados: la noche del sentido: meditación y purificación.ORAR ES AMAR EN TODA ORACION:CONVERSION

Segundo paso: progresión, aprovechados en la oración, pecados veniales consentidos, al final, atisvos de contemplación:

noche del espíritu.oración afectiva: diálogo

Tercer estadio: contemplación infusa: no meditacíon, menos diálogo, unión, transformación. Contemplando la Eucaristis se hecho Eucaristia Perfecta con Cristo: los mismos sentimientos de Cristo. 

LA EUCARISTIA: ESCUELA DE SANTIDAD. Ahora tenemos muchas escuelas y universidades. Escuela de Teología, escuela de Liturgia, Escuela de moral... nuestra madres y nuestros padres no tuvieron más escuela que el sagrario y punto.  Allí lo aprendieron todo para ser buenos cristianos. Allí volvemos a escuchar nosotros a Jesús que nos dice: (despacio y silencio despues de cada uno) SIGUEME... AMAOS LOS UNOS A LOS OTROS COMO YO OS HE AMADO....NO PODEIS SERVIR A DOS SEÑORES, NO PODEIS SERVIR A DIOS Y AL DINERO....VENID OS HARE PESCADORES DE HOMBRES...VOSOTROS SOIS MIS AMIGOS....NO TENGAIS MIEDO, YO HE VENCIDO AL MUNDO...QUIEN QUIERA SE DISCIPULO MIO, NIEGUESE A SI MISMO, CARGUE CON SU CRUZ Y ME SIGA....

Si no aguanto esta enseñanza, este diálogo personal con El, me marcho para que no pueda echarme en cara mi mediocridad y empiezo a decir que hay muchas presencias de Cristo y digo que me entusiama el apostolado pero El personalmente me aburre: no toda actividad es apostolado... Fijaos qué cosa más elocuente:  Los creyentes,sacerdotes o seglares prefieren la misa a la sola presencia, porque en la misa hay movimiento, gentes, palabras.. en la presencia solo el cara a cara , el tu a tu :Cristo me dice no estoy contento con esto , con aquello y no tengo defensa.

Si aguanto el cara a cara, cayendo y levantándome, llegare a la union con el, a la SANTIDAD.

 (Si no aguanto, me dedicaré al apostolado. En este punto, como termómetro de vida cristiana, la presencia supera a la misa.)

LA ADORACION EUCARISTICA ANTICIPO DE LA ADORACIÓN ESCATOLIGICA: CAMINO DE ETERNIDAD, DE CIELO.

El mismo Cristo que sacia a los bienaventurados en el cielo y que llenó las ansias de amor y felicidad de muchos santos y santas, adoradores nocturnos o simplemente orantes eucarísticos en la tierra, es el que nosotros contemplamos y tenemos en nuestros sagrarios.Quizás un fallo es hablar de la eucaristia como un anticipo del cielo, como fue para muchos hermanos y hermanas nuestras y lo es actualmente, yo conozco a varias personas,casadas y solteros, tienen vivencia del Señor y lo aman como los santos canonizados.... pero olvidando que antes hay que recorrer todo el camino de inmolación y muerte de nuestro yo, de nuestra pascua del pecado a la vida nueva.

¿Por qué  el mismo que sacia a los bienavanturados en el cielo no me sacia a mí? Ha faltado pedagogia y mistagogia y propedeutica eucaristica. Lo que falla esencialmente es la ofrenda, el sacrificio , la inmolaciòn de yo a Dios.

La eucaristia remite al banquete escatológico, lo anticipa en la fe y lo hace deseable en la esperanza."(664)

Esta orientación escatológica ha sido fuertemente subrayada por S. Pablo: "Cada vez que coméis este pan y bebéis de este cáliz anunciais la muerte del Señor hasta que vuelva" (1Cor.11,26)

Lo expresamos después de la consagración: " Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección, VEN,SEÑOR JESUS..  Entre la resurrección y la venida gloriosa al final de los tiempos, tenemos la eucaristía, como memorial y anticipación, como presencia cierta de Dios con nosotros y como deseo ardiente de su venida definitiva.

La Iglesia del Vaticano II ha expresado con fuerza la misma tensión, especialmente en el número 8 de la Constitución sobre la liturgia: "En la liturgia terrena pregustamos y tomamos parte en aquella liturgia celestial que se celebra en la santa ciudad de Jerusalém, hacia la cual nos dirigimos como peregrinos y donde Cristo está sentado a la diestra de Dios como ministro del santuario y del tabernáculo verdadero.(Ap.21,2; Col.3,1; Heb8,2); cantamos al Señor el himno de gloria con todo el ejército celestial...(cf. también LG.48-51)

El aspecto eucarístico más evidente en el cielo sará el de la adoración. Allí no necesitaremos signos y símbolos, la presencia de Cristo no estará mediatizada por el pan y el vino: nuestra adoración se dirigirá directamente "al que está sentado en trono y al Cordero" (Ap.5,13)

Ya no habrá renovación del sacrificio sino una ininterrumpida alabanza y adoración: " repiten sin descanso día y ñoche: "Santo, santo, santo Señor Dios todopoderoso. Aquel que era, que es y que va a venir".(Ap.4,8)

En definitiva, en el pan y en el vino adoramos al Cristo glorioso. Este pan y este vino están ahí como testimonios del cielo nuevo y de la tierra nueva, ya que lo que ha sucedido en ellos es precisamente fruto de esta fuerza escatológica.

La presencia del Señor en la eucaristia recuerda el "futurae gloriae nobis pignus datur: la escaristia es la prenda de nuestra gloria definitiva en el cielo. Es la realizaciòn de la promesa de Jesús: "El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna y yo lo resucitará en el ´ltimo día."(Jn.6,54)

Los Padres de la Iglesia insistían mucho más de los que lo hacemos nosotros, en la relación entre la eucaristía y la resurrección de los muertos. Citamos  entre otros un hermoso texto de San Irineo: "Nuestros cuerpos, meced a la participación en la eucaristía, ya no son son corruptibles, pues poseen la esperanza de la resurrección para la eternidad." Y dijimos que la motivaciòn fundamental de la reserva eucaristica es el Viático: alimento para la vida eterna. Tú, hermano eres eternidad, tú vales tanto para el padre Dios que en cada misa te lo dice y un adorador lo tiene que aprender bien de tanto repertirlo: tu vales infinito, vales toda la sangre de Crito, cuando en getsemani.... Tú que has tenido el priviliegio de vivir por predilección de Dios ya no moriras nunca, tú eres má que este tiempo y este espacio, tú eres más que tu dinero y tus posesiones tu eres eternidad y Cristo te ha ganado para Dios. Por la Eucaristi tu historia tendrá un final feliz.  Da gracias.

Es justo, por esto razón, que la adoración eucarística, en continuidad con la celebración, posea en común con ésta el aire "celebrativo" de la fiesta: El Señor resucitado, que ha vencido definitivamente las barreras de la muerte y que las vence en todo cristiano, sobre todo en el momento del "tránsito" nos da la alegría escatológica, la certeza eterna, la alegría del cielo que tanto caracterizaba a las comunidades primitivas.(He.2,46) La adoración eucarística anticipa, pues, la adoración escatológica descrita por Juan en el Apocalipsis. Es figura de la adoración de toda la humanidad redimida en unión con los ángeles al final de los tiempos, en el cántico de la perfecta alabanza. Y por eso ya lo ensayamos  cantando aquí abajo el mismo canto que cantan ya los bienaventurados: SANTO, SANTO, SANTO.

FRENTE A TU ALTAR, SEÑOR, EMOCIONADO

VEO HACIA EL CIELO EL CALIZ LEVANTAR.

FRENTE A TU ALTAR, SEÑOR, ANONADADO

HE VISTO EL PAN Y VINO CONSAGRAR.

FRENTE A TU ALTAR, SEÑOR, HUMILDEMENTE

HA BAJADO HASTA MI TU ETERNIDAD.

FRENTE A TU ALTAR, SEÑOR, HE COMPRENDIDO

EL MILAGRO CONSTANTE DE TU AMOR.

¡QUERER TU QUE MI BARRO ESTE CONTIGO

HACIENDO TEMPLO A QUIEN TE HA OFENDIDO!

¡LLORANDO ESTOY FRENTE A TU ALTAR, SEÑOR!

Visto 276 veces